Justine M. Johnson, de 23 años, ha sido condenada a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional por el asesinato de su hija de tres años, Sutton Marie Mosser, en Michigan. Los fiscales afirmaron que Johnson apuñaló a su hija 17 veces solo dos días después de celebrar su tercer cumpleaños. El tío de la niña descubrió el cadáver en una bolsa de basura y alertó a la policía. Más tarde, la joven progenitora fue encontrada y detenida.
Durante una audiencia preliminar, el investigador de los Servicios de Protección Infantil (CPS), Ryan Eberline, declaró que Johnson confesó estar en la casa de su madre cuando ocurrió el asesinato. Dijo que había experimentado alucinaciones debido a la abstinencia de heroína y que no había dormido en aproximadamente dos semanas. Afirmó que Bob Esponja le había ordenado matar a su hija.
La progenitora declaró que no recordaba los detalles de lo que sucedió en el momento de la muerte de su hija y que sufría una serie de problemas de salud mental para los que no había estado tomando medicamentos. Admitió haber usado sustancias ilegales antes del incidente y que estaba motivada para hacerlo porque quería “justicia” para la pequeña. Asimismo, se declaró culpable de los hechos.
El fiscal del condado de Iosco, James A. Bacarella, describió el crimen como “algo verdaderamente insidioso” y pidió una sentencia de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. Finalmente, a Johnson también se le ha condenado a un máximo de 50 años por abuso infantil, una pena que cumplirá simultáneamente con la cadena perpetua.
La madre expresó su remordimiento durante la audiencia y declaró que todos los días deseaba poder cambiar de lugar con su hija. Cerró su declaración diciendo: “Te amo, Sutton Marie”.
