A poco que uno piense en el nombre del espectáculo con el que Carlos Latre llega la próxima semana a Canarias, One Man Show, es muy posible, o a lo mejor es incluso inevitable, que lo asocie a la vocación multifacética -y también camaleónica, en más de un sentido- de este artista. Humorista, actor e imitador, locutor y presentador, la inquieta personalidad de Carlos Latre, nacido en Castellón de la Plana en 1979, se expresa de muchas maneras a través de su pasión por comunicar y por el escenario, como si la estuviéramos observando por un caleidoscopio que no dejásemos de girar.
Colaborador de radio, prensa y televisión (en la actualidad es miembro del jurado del programa de Antena 3 Tu cara me suena), Latre ha escrito un libro, ha conducido espacios televisivos, ha participado en películas, es actor de doblaje, ha hecho publicidad y ha protagonizado, entre otros desempeños, una producción de Golfus de Roma, la comedia musical, con canciones de Stephen Sondheim y libreto de Burt Shevelove y Larry Gelbart, que Richard Lester convirtió en película en 1966, con el genial Buster Keaton en su reparto.
Latre actúa en Tenerife a partir del miércoles. Ese día, el último de mayo, estará en La Laguna, en el Paraninfo, al igual que el jueves, 1 de junio, para ofrecer sendas funciones de One Man Show (20.00 horas). El día 4 lo hará en La Orotava, en el Auditorio Teobaldo Power (19.00 horas). Aunque antes, el 3 de junio, se subirá al escenario del Teatro Víctor Jara de Vecindario, en el municipio grancanario de Santa Lucía de Tirajana (18.00 y 20.30 horas). En el mes de julio, One Man Show cumplirá tres años desde su estreno en Barcelona.
-El nombre del espectáculo con el que visita ahora Canarias, ‘One Man Show’, sugiere una especie de ‘yo me lo guiso, yo me lo como’, pero ¿cuál es la mayor complejidad de llevar a cabo una propuesta como esta, en la que una sola persona afronta casi todo el peso?
“En realidad, este es el montaje que quería hacer desde hace mucho tiempo. Es un espectáculo muy yanqui, está concebido muy al estilo norteamericano. Yo lo defino como una especie de show multidisciplinar, donde se baila, se canta y se actúa; en el que salen personajes, en el que se trata la actualidad; donde se desarrollan sketches y, sobre todo, se persigue que el que acude a la función pase un muy buen rato. He intentado que se dejen las preocupaciones en la puerta y se venga a disfrutar y a reír… Ese es mi único objetivo”.
“Mi ‘show’ está vivo y siempre es cambiante, lo voy actualizando cada día en función de lo que ha ido pasando”
-¿De qué manera construye cada ‘show’? ¿Parte de una idea muy concreta, muy definida y perfilada, o más bien todo va tomando forma a medida que lo va creando?
“Este espectáculo en concreto vino casi dado. Cuando terminaba el confinamiento por la pandemia del coronavirus tuve muy claro que, en cuanto nos dejaran salir a todos, tendríamos necesidad de ir al teatro, de pasarlo bien, de recuperar todos esos buenos momentos de los que antes disfrutábamos y que entonces parecía que nos habían robado… Este One Man Show tomó forma justo en esos meses. Ahí fue cuando decidí que iba a dedicar los próximos años de mi vida, de mi trayectoria profesional, a llevar buen rollo y optimismo por toda España. Salimos en mayo, hace ahora tres años, del confinamiento y yo estrené el espectáculo en julio de 2020”.
-¿Hay margen para que el espectáculo evolucione función a función, según lo va presentando ante el público?
“Absolutamente. Además, yo diría que justo ese es el principal secreto de One Man Show. En estos tres años que llevo representándolo, ha variado muchísimo; casi todos sus sketches, por ejemplo, han tenido modificaciones, en mayor o menor medida. Mi espectáculo siempre es vivo y cambiante, y en este caso, lo ha sido más que nunca. Lo actualizo cada día en función de lo que ha pasado la noche anterior y, del mismo modo, lo actualizamos en cada ciudad a la que llegamos. Nos sumergimos en lo que pasa en cada lugar, en sus ciudadanos y también en sus problemas. Todo lo que está siendo noticia en cada sitio en ese preciso momento. Así que todo ese conjunto de circunstancias lo volcamos en nuestra propuesta, haciendo aún más personal y cercano el show”.
-¿Y llega a apreciar diferencias entre los distintos públicos que le reciben en cada teatro, en cada auditorio, en la respuesta que obtiene cada ‘sketch’ según el lugar en el que lo escenifica?
“Sí, por supuesto. Imagínate: si son casi 20 ciudades, la gente que vive en ellas tiene 20 formas distintas de aplaudir, de contemplar la actualidad y de analizarla; lo mismo que son muy diversas las maneras de entender a cada personaje que llevo al escenario durante el show… A mí me gusta mucho esa sensación de escuchar desde mi camerino, mientras me preparo, el rumor que hace la gente cuando se va sentando en las butacas. A partir de ese momento soy capaz, incluso, de saber si será una buena función la que vamos a hacer ese día. Por otra parte, me siento muy agradecido hacia el público que acude a las representaciones. Tengo la gran suerte de recibir muchísimo cariño allá donde voy con mis espectáculos”.
“Solo oyendo el rumor de la gente que va sentándose en las butacas ya sé si la de esa noche será una buena función”
-¿Qué resulta para usted lo mejor y también qué es lo que no le gusta tanto de los viajes, de salir de vez en cuando a la carretera para visitar muchos lugares diferentes?
“Realmente, no le veo ningún pero, si te digo la verdad. De hecho soy muy viajero, muy movido. Me gusta mucho visitar ciudades, coger aviones, pasear, conocer gente, descubrir sitios, volver a los que ya me gustaban de una ocasión anterior. He disfrutado, y lo sigo haciendo, muchísimo en esta gira por España de One Man Show. Valencia, Pamplona, Santander, San Sebastián, Mallorca, Sevilla, Vigo, Tarragona, Barcelona, Madrid… He podido visitar mercados, iglesias, monumentos históricos, muchos teatros, museos ¡y restaurantes! He aprovechado todo el tiempo que tenía libre en todos esos desplazamientos para hacer una gira gastronómica fantástica”.
-El humor siempre es necesario. Sin embargo, ¿considera que el que vengamos de un tiempo de pandemia, tan difícil en tantos sentidos, hace que el reírnos y, sobre todo, el compartir esa risa haya cobrado hoy un valor aún más especial incluso?
“Sí, claro que sí. Estoy totalmente de acuerdo con esa apreciación. Pero diría más, esa circunstancia da sentido al espectáculo que propongo. Esa nueva escala de valores que, en mayor o menor medida, todos nos hemos construido a partir de la pandemia ha situado la comedia, el humor y el buen rollo en un lugar muy alto para casi todos nosotros. Ahora resulta fundamental, más que nunca, el que seamos capaces de sacarle a la vida buenos ratos que nos permitan desconectar de los problemas cotidianos y disfrutar de esos pequeños momentos que, sin embargo, son tan importantes, tan fundamentales”.
-En este espectáculo usted realiza un amplio repaso a la actualidad española en clave de comedia. ¿Qué es lo que no le hace ninguna gracia a Carlos Latre de todo lo que observa en esa actualidad?
“Pues son un montón de cuestiones. Hay muchas cosas de la actualidad que contemplamos todos que no me gustan, que no me hacen gracia para nada y por eso jamás hago humor con ellas. Siempre he pensado que no es necesario herir a nadie ni tampoco ahondar en problemas con el pretexto de hacer reír. De manera que soy tremendamente respetuoso con todas esas cosas”.
-Finalmente, ¿cómo invitaría a la gente de Tenerife a acudir al ‘One Man Show’ de Carlos Latre?
“Pues yo les diría que hace ya 10 años que no vengo por Canarias. Así que, teniendo en cuenta eso y también que esta vez estaré actuando varios días, en varias ciudades y ofreciendo varias funciones, ¡hay que aprovechar! Además, One Man Show es un espectáculo completamente trepidante, muy diferente a todo lo que se hace en comedia hoy en día. Es muy divertido, también es familiar, se dirige a todos los públicos… Es una hora y media de espectáculo que se pasa volando en medio de muchas risas. Prometo que todos se van a ir luego a casa alegrándose por haberse decidido a venir. ¡Prometido!”.
UN RISUEÑO ‘MARCIANO’ QUE SE DESDOBLA EN MÁS DE 600 PERSONAJES
La gran oportunidad de Carlos Latre llegó a finales de los años 90 con su participación en Crónicas marcianas, el célebre programa de Telecinco dirigido y presentado por Xavier Sardá entre 1997 y 2005. Aunque ya había sido locutor radiofónico y participado en el programa Xou com sou, de TV3, su excepcional capacidad para la imitación, con un fondo de armario en el que figuran más de 600 personajes, no tardó en suscitar el interés de los radioyentes, los televidentes y, en definitiva, del público. Así, en general. Ahora, en One Man Show, pueden llegar a desfilar un centenar de ellos. Pero no solo eso, Latre también canta, baila y ofrece un amplio recorrido por la actualidad, por todo aquello que vamos conociendo día tras día en España, con el humor como leitmotiv. Con su espectáculo ha recorrido ya 17 ciudades repartidas por toda la geografía de nuestro país, lo que ha llevado a que 250.000 espectadores disfruten de una propuesta escénica que siempre es la misma, pero nunca es igual.
Ideado en plena pandemia del coronavirus COVID-19, y estrenado nada más abandonar el confinamiento al que obligaba la enfermedad, Latre logró llenar el Teatro Coliseum de Barcelona a finales de 2020 con One Man Show. Y eso, a pesar de las restricciones de aforo y otras limitaciones condicionadas por las medidas de seguridad sanitaria. A partir de ahí, llegarían Madrid, Valencia, Pamplona, Santander, San Sebastián, Mallorca, Sevilla, Vigo, Tarragona, de nuevo Barcelona… Y ahora, al fin, se presenta en Canarias la propuesta artística de alguien que comenzó siendo marciano.