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Muere el artista tinerfeño Juan Galarza Cabrera

Elaboró una dilatada carrera en la mayoría de las artes plásticas
Muere el artista tinerfeño Juan Galarza

Juan Galarza Cabrera, uno de los artistas tinerfeños más reconocidos de las últimas décadas, ha fallecido en la Isla a los 91 años.

Juan Galarza Cabrera, isleño de adopción (Puerto de Santa María, 1932), elaboró una dilatada carrera en la mayoría de las artes plásticas. La docencia, el cartel, la caricatura, la escenografía, el pergamino o el dibujo publicitario son solo algunas de las disciplinas en las que ha trabajado, pero es, sin duda, como acuarelista donde se encuentra el eje de su trayectoria vital y profesional.

Afincado en Tenerife desde los dos años, desde muy pequeño adquirió un vínculo sentimental con La Laguna -en concreto, con Las Mercedes-, lugar donde veraneaba con su familia. Años más tarde, en la década de los 70 del pasado siglo, decidió establecerse en este municipio.

Es coautor, junto al escultor Miguel Padrino, del bajorrelieve que preside el frontispicio de la iglesia de Nuestra Señora de Las Mercedes, en el barrio homónimo. Durante esa misma época, dirigió la realización de una alfombra para el Corpus lagunero confeccionada con 20.000 cajas de fósforos.

También impartió la docencia dentro del municipio, como profesor de Dibujo, Plástica y Pretecnología en el antiguo Colegio San José de Calasanz, en San Miguel de Geneto. Con el paso de los años, complementó esta actividad al frente de la Escuela Municipal de Acuarela, abierta en 1985 en el Parque Cultural Viera y Clavijo de la capital tinerfeña.

Profesor de Dibujo por la Escuela Superior de Bellas Artes de Sevilla y perito mercantil, Juan Galarza fue miembro de número de las Agrupaciones de Acuarelistas de México, Canarias y Cataluña y del Instituto de Estudios Colombinos, así como de la Agrupación Vanguardista Hispana de Caricaturistas Personales (Avccp).

Galarza hizo sus primeros bocetos para matar el aburrimiento de las clases de Comercio. Se sentía atraído por la obra de Paco Martínez. Así fue como comenzó a dibujar más y más. Mientras tanto, su padre conoció al significado caricaturista Harry Beuster y le pidió que le diera una opinión sobre las caricaturas de su hijo. Al ver sus obras, los maestros de entonces lo alentaron a seguir dibujando.

Poco después, la Avccp convocó un concurso de caricaturistas noveles. Galarza se presentó con una caricatura de un profesor suyo, el matemático Arístides Ferrer, que aparece con la cara convertida en la ventanilla de un barco y su pelo rizado y voluminoso, totalmente poblado de números. Con esta representación, Juan Galarza obtuvo el primer premio.

Con ocasión del Salón del Cómic de Tenerife 2020, vio la luz el libro Caricaturas, bajo el sello de Ediciones Idea, que recoge una antología de su producción dentro de esta faceta artística.

Su actividad expositiva se cifra en más de un centenar de muestras -individuales y colectivas-, en las Islas, Península, Filipinas, Japón y Puerto Rico, desde 1951 hasta la actualidad. No obstante, desde los comienzos de su andadura pictórica por salas y exposiciones, ha sido un artista que ha buscado y animado el trabajo artístico en grupo y amistad. Consecuencia de ello ha sido su activa pertenencia a la Agrupación Francisco Borges (1959), Agrupación de Acuarelistas Canarios (1961) o el Grupo Obsidiana (1978), igual que su reciente ingreso en la Asociación Canaria de Humoristas Gráficos y Caricaturistas.

En su largo currículum se incluye la autoría en ocho ocasiones del cartel del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife (1962, 1963, 1964, 1968, 1978, 1980,1981 y 2008), además de la medalla de plata en el Salón de Dibujo Deportivo Humorístico (Ancona, Italia, 1979), el primer premio del Concurso de Carteles del Centenario de la Ciudad de Santa Cruz de Tenerife (1959) o el tercer premio en el Certamen Internacional de Caricatura Personal (1990) de la capital tinerfeña. Igualmente, en su profusa singladura se acumulan decenas de carteles de celebraciones populares –en 1959 y 1986 firmó el de la Romería Regional de San Benito Abad–, pruebas deportivas, ferias y encuentros profesionales, etcétera.

Su relación con el mundo de la publicidad empezó con la primera empresa de anuncios luminosos que se estableció en Tenerife, Iris Neón, para continuar en la Litografía Romero o, posteriormente, Diana Publicidad.

Colaboró desde los años 60 con los periódicos El Día, Jornada Deportiva o Deportes 7 Islas, entre otras publicaciones, con viñetas humorísticas e ilustraciones, faceta que prolongó hasta 2005, dedicada nuevamente a la caricatura, con la publicación de su obra en La Opinión de Tenerife, igual que anteriormente en el semanario Azul y Blanco y en La Gaceta de Canarias.

En 2020 ilustró el libro El ascenso que transformó al CD Tenerife, con una serie de retratos de todos los protagonistas de la gesta deportiva que hizo posible, en 1989, el salto a la Primera División del referido equipo de fútbol.

A toda esta variada actividad en el campo de las artes plásticas une la realización de varios centenares de pergaminos para distinciones de, entre otros, el Gobierno de Canarias, Cabildo de Tenerife, Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, Ayuntamiento de San Cristóbal de La Laguna, Parlamento de Canarias o la Universidad de La Laguna.

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