Roxana Ruiz está a punto de obtener su libertad. La Fiscalía del Estado de México anunció el sábado que retira los cargos contra ella, la mujer que hace dos años mató en legítima defensa al hombre que la violó. Este caso, que ha sido uno de los más mediáticos en los últimos meses, ha comenzado a dar frutos para Ruiz, quien había sido condenada recientemente a seis años y dos meses de prisión por exceso de legítima defensa. La sentencia no era definitiva, y ante la posibilidad de recursos por parte de Ruiz y sus abogados, la Fiscalía ha decidido retirarse.
El abogado de la joven, Ángel Carrera, comentó: “Nos sorprendió la noticia, no nos la esperábamos”. Carrera se enteró de la decisión de la Fiscalía a través de los medios de comunicación y espera recibir la notificación por escrito.
En un comunicado, la Fiscalía informó que después de la sentencia del 15 de mayo contra Roxana Ruiz, el fiscal general ordenó que el caso fuera analizado por la Fiscalía Central para la Atención de Delitos Vinculados a la Violencia de Género. Tras la revisión, la unidad de violencia de género determinó que Ruiz “está exenta de responsabilidad penal, ya que actuó en legítima defensa”.
Esta noticia representa una victoria tanto para Ruiz, una joven de 23 años originaria de Oaxaca, como para México, un país con miles de feminicidios cada año. Ruiz ha destacado precisamente lo que las cifras ocultan: la violencia que se ejerce contra las mujeres, en el contexto de lo sucedido en su caso. En una entrevista con EL PAÍS esta semana, afirmó: “Era mi vida o la de él”.
La mujer relató los hechos ocurridos en 2021. Ruiz había salido a vender papas fritas en su carrito. Unas mujeres que trabajaban cerca de ella la invitaron a tomar unas cervezas, pero ella solo tomó una y se marchó. En ese momento, un conocido suyo, Sinaí Cruz, se acercó y se ofreció a acompañarla a casa, insistiendo en quedarse a dormir porque vivía lejos. Por miedo, Ruiz accedió a dejarlo entrar. Cuando estaba dormida, despertó con Cruz encima de ella, y ella actuó en defensa propia para salir viva.
Ruiz relató que forcejearon, lo asfixió y Cruz golpeó su cabeza, muriendo casi en el acto. Luego, la mujer intentó sacar el cuerpo de su casa, pero fue detenida por la policía. Pasó nueve meses en prisión preventiva hasta que obtuvo la libertad provisional. Durante una entrevista, Ruiz expresó que explicó a las autoridades que se defendió “cuando Cruz la estaba agrediendo”, pero esto “no se tuvo en cuenta” en su declaración.
Su estancia en la prisión Bordo de Xochiaca sigue generándole pesadillas. Afirma que es” un lugar terrible y hostil, no tanto por las reclusas, sino por el sistema que no respeta los derechos humanos y te trata como a un animal”.