El primer encuentro público del panel de expertos independientes designado por la NASA para investigar los objetos voladores no identificados (OVNIs) ha destacado tres ideas principales: “acabar con el estigma”, “mejorar la recopilación de datos” y utilizar la ciencia para estudiar fenómenos que aún se consideran inexplicables. El panel, liderado por el astrofísico David Spergel, busca proporcionar una hoja de ruta para el estudio científico de estos eventos enigmáticos, más que ofrecer respuestas definitivas sobre su naturaleza.
Durante el encuentro, se ofreció un breve adelanto de un informe que se espera publicar a finales de julio. En este documento, 16 expertos de diversas disciplinas y ámbitos profesionales presentarán recomendaciones para mejorar la investigación de estos fenómenos enigmáticos. La calidad y consistencia de los datos recopilados sobre avistamientos de OVNIs se identificaron como áreas clave a mejorar. La científica Federica Bianco enfatizó la necesidad de recopilar información más completa y documentada para realizar investigaciones científicas rigurosas y comprender mejor estos eventos.
Entre las recomendaciones adelantadas por los panelistas se incluyen mejorar la captura de imágenes de alta calidad de los avistamientos, utilizando tanto satélites de observación de la Tierra como instrumentos científicos avanzados. Además, se propone revisar los casos archivados hasta ahora y establecer alianzas internacionales con otras instituciones para avanzar en el estudio de estos fenómenos. La hoja de ruta que se presentará en el informe busca impulsar un enfoque científico más robusto y colaborativo en el estudio de los OVNIs.
Los expertos han destacado uno de los principales desafíos en el estudio de estos fenómenos: la falta de datos fiables para comprenderlos. Hasta ahora, la mayoría de los avistamientos se han informado de manera aislada, con diferentes parámetros y con poca información para respaldar las historias.
Dan Evans, responsable de misiones científicas de la NASA, ha hecho hincapié en la necesidad de superar el estigma que rodea a este debate tanto en la comunidad científica como en la sociedad. “Profundizar en el estudio de estos fenómenos nos brinda una oportunidad única para expandir nuestro conocimiento del mundo que nos rodea, entender lo inexplicable y, sobre todo, tomar conciencia de lo que está ocurriendo en nuestro espacio aéreo”, añadió.
En los últimos treinta años, se han registrado alrededor de 800 avistamientos de objetos voladores no identificados en todo el mundo, según datos del Pentágono. La mayoría de estos avistamientos se han producido a altitudes de vuelo de aviones.
Hasta un 5% de los OVNIs son “anómalos”
Sean Kirkpatrick, portavoz del Pentágono, ha explicado que en la gran mayoría de los casos se ha podido encontrar una explicación convincente para estos eventos, como fenómenos atmosféricos naturales o tecnología militar detectada. Solo un 2% a 5% de los casos siguen clasificados como “anómalos”, sin que se pueda determinar su origen en la actualidad.
En relación a uno de los interrogantes más recurrentes sobre el estudio de los OVNIs, la astrofísica Nadia Drake, una de las expertas del panel independiente, ha afirmado: “No tenemos evidencia concluyente sobre el origen extraterrestre de estos fenómenos”. Hasta ahora, la existencia de vida alienígena se descarta. Sin embargo, los expertos enfatizan la importancia de abordar este tipo de estudios “sin tabúes”, “con la mente abierta” y utilizando todas las herramientas científicas disponibles.
Hasta ahora, la mayoría de los estudios sobre avistamientos de OVNIs se han llevado a cabo a través de programas militares secretos, y esto no tiene relación con teorías de conspiración o especulaciones sobre la existencia de extraterrestres.
En primer lugar, las instituciones militares y los servicios de inteligencia han estado históricamente involucrados en el estudio de estos fenómenos debido a que la mayoría de los avistamientos ocurren en el espacio aéreo. En segundo lugar, estas investigaciones siempre se han llevado a cabo en secreto debido a que reconocer abiertamente la falta de comprensión de algunos de estos fenómenos también podría revelar posibles vulnerabilidades para la seguridad nacional.
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