tribuna

Altura de miras

Comenzar agradeciendo el apoyo dado por la ciudadanía, que dio su voto para la confluencia de Unidas Sí Podemos. Agradecer a toda la militancia de Podemos, Izquierda Unida y Sí Se Puede todo el trabajo realizado durante esta campaña electoral. Nos presentábamos a más instituciones que nunca: Parlamento canario, cabildos y casi la mitad de los ayuntamientos. Y no hemos alcanzado los objetivos previstos ni al Parlamento ni a los cabildos, además de perder presencia en los ayuntamientos, en algunos incluso toda. En términos electorales, una derrota sin paliativos.

Podíamos señalar, entre otras, tres posibles causas: el ascenso generalizado de la derecha y la ultraderecha en todo el Estado; la presencia en Canarias de una fuerza competidora, que no quiso formar parte de la confluencia y dividió el voto del espacio transformador; nuestros propios errores, no sabiendo llegar de forma convincente a la ciudadanía, que decidió retirarnos su apoyo.

Y, de pronto, sin tiempo para valorar los resultados y rehacernos del batacazo, el presidente Sánchez convoca Elecciones Generales para el 23 de julio y nos impone un nuevo calendario de urgencias para recomponernos y llegar a acuerdos sin miramientos. Aprender de lo sucedido y reponernos rápidamente es el deber al que nos enfrentamos; pues el mensaje inequívoco de la ciudadanía es que nos quiere ver juntos y fuertes, para sentirse representada y volver a ilusionarse como lo hizo hace ocho años y hace cuatro.

Que el dedo no nos impida ver la Luna. La cuestión es que en estos momentos, si cabe con más fuerza, lo que se está dilucidando es seguir en una democracia moderna, con todos sus defectos e imperfecciones, o regresar al neoliberalismo salvaje, a perder derechos y libertades y a debilitar totalmente el Estado del Bienestar.

Por tanto, el objetivo es consolidar un gobierno de progreso estatal, con una mayor presencia de las fuerzas transformadoras, lo que exige la presentación de una candidatura unitaria en la plataforma Movimiento SUMAR, como una fuerza estatal y, a la par, con ese mismo carácter confederal, afianzar y ampliar la confluencia ya existente en Canarias, con todas aquellas organizaciones que quieran formar parte de dicha plataforma.

La amenaza de retroceder en derechos está ahí presente: los derechos laborales, económicos, sociales, feministas, políticos, de justicia climática, siguen siendo cuestionados por las derechas ultramontanas, que prometen derogarlo todo.

Y frente a ese ataque despiadado, de retrocesos y ataque a lo público, de privatizaciones y pérdida de derechos, de poner en peligro los valores democráticos, tenemos la obligación de frenar a la derecha y no dar un paso atrás. Y la única manera de hacerlo con éxito, es concurrir unidas a estas elecciones del 23 de julio al Congreso y al Senado. Aprender de lo ocurrido y comprometernos con la construcción de un espacio confederal, en el que las distintas organizaciones puedan sentirse cómodas, sin necesidad de que nadie pierda su identidad; coordinados a nivel de Estado y tomando decisiones autónomas desde cada uno de los territorios.

Un espacio amplio, sin corsés, donde seamos capaces de acordar acciones y trabajo político en todos los ámbitos, organizados en democracia asamblearia y participativa en cada lugar, sobre acuerdos de mínimos, con mecanismos estables de coordinación por consenso, tanto en los territorios como a nivel estatal.

Al Gobierno estatal de coalición hay que empujarlo siempre a cumplir lo acordado, desde la movilización. Y para ello es necesario estar organizados y unidas, recuperando la acción política y la lucha ciudadana. Esta es una tarea colectiva, donde no caben los personalismos. Todas somos necesarias y nadie es imprescindible. Las personas candidatas se deben al proyecto y al contrato social, el programa, que se firma con la ciudadanía.

Programa, unidad y coordinación en un espacio común de confluencia. En definitiva, altura de miras.

* Miembro del Consejo Ciudadano Autonómico de Podemos Canarias

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