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Burnin’ Percebes: “El humor es una forma terapéutica de afrontar el drama; reírse es muy sano”

Nando Martínez y Juan González presentan en el Festivalito de La Palma, donde han recibido un premio honorífico, su película más reciente, 'El fantástico caso del Golem'
Burnin' Percebes han recalado en el festival palmero con su nueva película, que presentaron en Málaga. / Virginia Park

Por Benjamín Reyes / Burnin’ Percebes empezó subiendo vídeos a YouTube, caracterizados por su humor corrosivo. Tras dos películas amateur, empezaron a darse a conocer en el circuito alternativo de exhibición cinematográfica con La reina de los lagartos. Ahora presentan en el 18º Festivalito de La Palma, tras su paso por el Festival de Málaga, El fantástico caso del Golem, una película que cuenta con un elenco de postín encabezado por Luis Tosar y Brays Efe, secundados por Ana Castillo, Bruna Cusí o Javier Botet. Se estrenará el próximo 16 de junio en salas comerciales de España, que incluyen seis cines de Canarias: Cines Yelmo y Cinesa de Gran Canaria, Multicines Tenerife, Cines Price (Tenerife), Gran Sur (Tenerife) y Cines Atlántida en Lanzarote.

-¿Cómo valoran el premio honorífico que le ha concedido el Festivalito?

Nando Martínez: “Muy bien, porque nos cuesta que la gente valore nuestro trabajo por el que tanto hemos luchado. Pone en valor toda nuestra trayectoria”.

Juan González: “Nos sorprendió, porque solo tenemos 31 años. Nos hizo muchísima ilusión”.

-‘Searching for Meritxel’ (2014) era una comedia romántica trufada de canibalismo. ¿Me lo explican?

N. M.: “Fue una bola que se fue creando en internet. Era una película muy punki que rodamos sin financiación. La idea era hacer una comedia romántica en la que la chica no sale. Toda la película es la búsqueda de un chico con todas las tonterías que le pasan. En medio de esto había un chiste de canibalismo. Fue la película en la que sentamos las bases de nuestro estilo: el protagonista repele y los personajes que se dejan llevar. Se proyectó en el Festival Low Cost de Barcelona y en el Bafici de Buenos Aires”.

J. G.: “Fue algo que sobredimensionó”.

– ‘Ikea 2’ (2016) está imbuida de la estética de internet. ¿Cómo casan los lenguajes audiovisuales del cine e internet?

N. M.: “Veníamos de internet. Estábamos haciendo vídeos para YouTube. Por eso Ikea 2 tiene visualmente mucho que ver con internet. Estábamos influenciados por los vídeos de los primeros traperos. La definieron como una película trap. Se caracterizaba por la estética feísta”.

Juan González: “Para esta película y la anterior el formato disponible para alzar nuestra voz era el digital, con un coste asequible. Decidimos experimentar con el digital y con el super-8. Queríamos hacer un proyecto más elaborado”.

-Con ‘La reina lagarto’ (2019) obtienen el premio en el Festival Rizoma y su nombre empieza a ser más conocido.

N. M.: “Sí con esta película, que la autoproducimos nosotros con 20.000 euros, llegamos al circuito de salas de cine independientes. Luego funcionó muy bien en la plataforma Filmin”.

-Su cine aborda historias desde el humor incorrecto. ¿A la hora de crear piensan en esta ola de la cultura de la cancelación?

N. M.: “Es un tema complicado. No creo que haya que autocensurarse. El humor no debe tener límites, pero tienes que tener claro tu discurso”.

J. G.: “Coqueteamos con temas sensibles, aquí entra la subjetividad de cada persona. Siempre afrontamos las cosas desde el respeto”.

-Si el drama no tiene límites. ¿Por qué lo tiene que tener la comedia?

N. M.: “El humor se menosprecia frente al drama. El humor se considera algo menor. Hay gente que cree que si haces bromas de algo parece que te lo estás tomando a la ligera”.

J. G.: “A mí, a veces, me molesta más el drama pornográfico, que es más hiriente para las personas que han pasado por esa experiencia. El humor es una forma terapéutica de afrontar el drama. Reírse es muy sano”.

-Javier Botet figura en tres de sus cuatro películas. ¿Es su actor fetiche?

J. G.: “No sé si es nuestro actor fetiche, pero sí creemos que es un actor que está desaprovechado. Él trabaja mucho con personajes característicos en el género de terror (REC), pero sin maquillar no lo hemos visto mucho. Nos entendemos muy bien. Tenemos un sentido del humor muy parecido”.

N. M.: “Estamos muy orgullosos de su trabajo. Solemos trabajar con los mismos intérpretes. Hemos repetido con Bruna Cusí o Roger Coma”.

“El humor no debe tener límites, pero tienes que tener claro tu discurso”

-¿’El fantástico caso del Golem’ es su intento de salir de los márgenes y llegar al cine ‘mainstream’?

N. M.: “Es un intento de abrirse al público general sin perder nuestra esencia”.

– Tras la apariencia de cachondeo, se tratan temas serios, como las relaciones vacías en tiempos de aplicaciones de citas, cómo los algoritmos influyen en nuestras vidas o el miedo a hablar de la muerte.

N. M.: “Parece una película diseñada para cargarse el algoritmo. Es una película que tiene muchas capas. Más allá de la risa, invita a la reflexión de temas como el de una persona que se tiene que enfrentar a la vida sin una protección, las relaciones generadas en internet…”.

J. G.: “En nuestra sociedad existe miedo a hablar de la muerte, y esto crea muchas ansiedades”.

-En ‘El fantástico caso del Golem’ salen los cuerpos desnudos de Javier Botet y Brays Efe. ¿Es una forma de reivindicar los cuerpos no normativos?

N. M.: “El espíritu de la película, en general, es romper con lo canónico. En el guion rompemos las reglas tradicionales. Hay otra manera de hacer las cosas. En el caso de los cuerpos, lo que queríamos era romper con el canon del protagonista habitual”.

J. G.: “Se trata de no ocultar la realidad. Esos son sus cuerpos. No es una reivindicación de guion”.

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