medioambiente

Los canarios son, después de los vascos, los que mejor reciclan en España

Cada habitante de las Islas separó el año pasado 25,1 kilos de envases plásticos, latas y ‘briks’, además de papel y cartón, para hacer posible que un residuo se convierta en un recurso, contribuyendo así a la economía circular
Briks ya compactados para ser trasladado a una planta de reciclaje en Gran Canaria / SERGIO MÉNDEZ

Los canarios están cada día más concienciados de la necesidad de reciclar, contribuyendo con ello a que un residuo se convierta en un recurso. Son, tras los vascos, los que más reciclan en España, según recordó ayer Carlota Cruz, responsable de Ecoembes en Canarias, en una visita a la planta que el Cabildo, a través de la empresa Sinpromi, tiene dedicada a los envases en el Complejo Ambiental, en el municipio de Arico.

La contribución a la economía circular a través del reciclaje de envases sigue afianzándose entre los canarios, consiguiendo que cada vez más envases puedan convertirse en nueva materia prima para crear, a partir de ellos, otros productos, como textiles, mobiliario urbano, tuberías y nuevos envases.

De hecho, en 2022 en Canarias se enviaron a instalaciones recicladoras 83.405 toneladas de envases domésticos de plástico, metal, briks, así como papel y cartón para ser reciclados y darles una nueva vida, un 4,9% más con respecto al año anterior. Estos datos que se comunican anualmente al Ministerio de Transición Ecológica consolidan las cifras de envases totales reciclados -industriales, comerciales y domésticos- que España reporta a Europa.

Responsables de Ecoembes en Canarias y de la planta que gestiona Sinpromi en Arico / S.M.

Por tipo de material, de las 83.405 de toneladas recicladas, 31.956 fueron de envases plásticos; 38.665 corresponden a papel y cartón, y 12.785 fueron envases metálicos. Del total de toneladas de envases reciclados, 50.409 procedían de los envases que los ciudadanos separaron en los contenedores amarillos y azules de la calle y en las papeleras de colores instaladas en espacios de gran afluencia de público, como parques temáticos, aeropuertos, estadios de fútbol, oficinas y bares y restaurantes.

La cantidad restante se consiguió recuperar de las plantas de la fracción resto, adonde llegan todo tipo de residuos sin separar. De hecho, la implicación ciudadana es fundamental para el proceso de reciclaje.

La separación que los ciudadanos hacen en sus hogares y otros espacios es el primer paso de un largo proceso industrial que acaba en una instalación recicladora, que es la que convierte los residuos en nueva materia prima.

Así, en 2022, cada canario separó 25,1 kilos de envases plásticos, latas, briks, así como papel y cartón para hacer posible su reciclaje. Estos datos van en línea con los objetivos que marca la nueva legislación nacional y ambiental para mejorar la cantidad y la calidad de la separación que los ciudadanos realizan.

Hasta 2021 toda la selección era a mano, hoy sigue, pero en menor medida / S. MÉNDEZ

Por eso, y a pesar de que este hábito de separar para reciclar está muy asentado, el objetivo es que cada año los canarios lo hagan más y de mejor forma. Para ello, es fundamental que cuenten con infraestructuras y servicios les facilite esta tarea, como son los 12.548 contenedores amarillos y los 9.633 azules que hay en la calle, así como las 3.800 papeleras de colores disponibles en otros espacios.

Así, gracias a la contribución de los canarios, el pasado año se enviaron instalaciones recicladoras 1.627.313 toneladas de envases a nivel nacional. En 2022 también destacó que el 20% de los envases domésticos de plástico puestos en el mercado incorporaron material reciclado, fomentando así su circularidad.

Este 2023 se cumplen 25 años desde que llegase la ley que impulsó el reciclaje de envases en España, pasando de las 4.632 toneladas el primer año a las 83.405 toneladas alcanzadas en 2022.

Latas compactadas, tras el proceso de selección, dispuestas para la reutilización / S.M.

A lo largo de este cuarto de siglo se ha hecho un gran esfuerzo por mejorar infraestructuras, como el número de contenedores o las plantas de selección -cinco de ellas en Canarias-, así como por concienciar y enseñar a la población sobre qué depositar en cada contenedor, siendo ya siete de cada diez ciudadanos canarios los que declaran separar sus envases a diario.

Aun así, recordó Álvaro Otero, de Ecoembes, que, a pesar de estos avances, todavía hay ámbitos en los que se puede mejorar para incrementar la colaboración ciudadana con la separación de envases, en línea con las nuevas metas planteadas por la legislación nacional y europea.

Por ejemplo, todavía hay ciudadanos que no separan en el contenedor amarillo envases pequeños o metálicos como latas y aerosoles, o que confunden ese contenedor con el de plásticos y depositan en él juguetes, sillas e, incluso, textiles, complicando la labor de selección llevada a cabo por las plantas de clasificación, al estar preparadas para separar únicamente envases.

Por ello, aún en plantas como las de Arico, es necesaria la presencia de personal para separar a manos aquellos residuos que no corresponden, tras el previo paso por un escáner, que desde hace dos años ha aligerado el proceso, a separar todo lo que no sea tetrabrik, aluminio o PET (Tereftalato de Polietileno).

La planta de Arico puede tratar cuatro toneladas a la hora

La planta de selección y clasificación de envases ligeros, en el Complejo Ambiental de Arico, es un encargo de gestión a Sinpromi, del Cabildo de Tenerife. Su objeto prioritario es la clasificación y recuperación de los residuos de envases ligeros, provenientes de la recogida selectiva de Tenerife, La Gomera y El Hierro.

Esta Planta es automática y está diseñada para tratar 4 tn/h, lo que supone una capacidad para tratar más de 10.000 toneladas al año. En ella se recuperan los siguientes materiales: PET, PEAD (natural y color), film, plástico mezcla, brik, material férrico y aluminio. El responsable de la planta es Francis Galarza y hay una treintena de trabajadores en doble turno.

A su vez, Ecoembes es la organización sin ánimo de lucro que cuida del medio ambiente a través del reciclaje de los envases ligeros en España. Se financia a través del pago del punto verde de empresas envasadoras y de las subastas que se realizan de los residuos clasificados y compactados

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