Mauricio Vicent, el histórico corresponsal de EL PAÍS y de la Cadena SER en La Habana, falleció este domingo en Madrid a los 59 años. Su trágico deceso fue resultado de un ataque de asma que desencadenó una crisis cardio-respiratoria. Permaneció en contacto con el periódico hasta el último fin de semana.
Pocos periodistas internacionales han logrado capturar con tanta profundidad y matices la vida cubana, abarcando aspectos sociales, políticos, musicales y humanos. Su trabajo fue reconocido con numerosos premios, y además de su labor periodística, escribió libros, dirigió una película y colaboró con Juan Padrón en un cómic sobre la isla, donde vivió una parte significativa de su vida.
Todos aquellos que tuvieron la fortuna de conocer a Mauricio lo describen como una persona generosa y divertida, que era conocido por todos en La Habana.
No solo era una referencia para los corresponsales extranjeros, sino que cualquier delegación internacional que visitaba Cuba o los diplomáticos sabían que podían contar con él para obtener la mejor información. Además de sus crónicas políticas, Vicent era un destacado experto en música cubana.