Por Nacho Martín
El nuevo Gobierno municipal de Arona tendrá un coste anual de 725.000 euros, según la estructura aprobada en pleno el pasado viernes y que se fue dando a conocer a lo largo del día de ayer. La cifra es similar a la que tenía el equipo socialista y en ella se incluye el salario que percibirá la nueva alcaldesa, Fátima Lemes (PP), que ha optado por la contención del gasto y mantiene el salario de su antecesor (70.000 euros brutos al año). El nuevo Ejecutivo local dispondrá de ocho tenientes de alcalde, con sueldos de entre 55.000 y 60.000 euros brutos al año.
Sin duda alguna, y a la vista del reparto de áreas, es Más por Arona el partido que más peso tendrá en la nueva corporación, a expensas de Partido Popular y CC, con tres tenientes de alcalde con cuatro concejales. Y no en áreas cualquieras.
Esta formación de exediles socialistas se hace cargo de la tercera tenencia de alcaldía, que suma Turismo (responsable de todos los patrocinios a atletas, lo que resta capacidad al área de Deportes), Promoción Económica, Sector Primario y Empleo, que está dotada con 60.000 euros al año y de la que es responsable Dácil León. La quinta tenencia, Urbanismo y Modernización del Territorio, será para Luis García (55.000 euros al año). Y la octava, para Juan Sebastián Roque, será la que decida sobre la contratación, las obras públicas y la vivenda, con otros 55.000 euros al año.
Por su parte, la concejala Pura Martín, con 45.000 euros al año, se encargará de las políticas de mayores. Partido Popular y Coalición Canaria se reservarán, por su parte, Servicios Sociales, Participación Ciudadana, Transparencia y Modernización (Clara María Pérez, 60.000 euros al año), Educación, Cultura, Deportes y Juventud (Luis Sierra, 55.000 euros brutos al año), Recursos Humanos, Seguridad, Patrimonio y Transporte (Devi Pereyra Kroll, 55.000 euros brutos al año), Economía y Hacienda (Guacimara Tavío Fumero, 55.000 euros brutos al año) o Fiestas (Alexis Gómez Álvarez, con 45.000 euros brutos al año).
De esta manera, tanto nacionalistas como conservadores estrechan su capacidad y sus competencias para otorgar poder a sus socios, mientras optan por el cruce de responsabilidades entre los diferentes partidos políticos. Por ejemplo, el concejal de Seguridad, Transparencia y Fiestas tendrá como teniente de alcalde a una concejala del Partido Popular, Devy Pereyra.
En esta estructura, no obstante, destaca, precisamente, la decisión de la nueva alcaldesa de mantener su salario en el mismo nivel de su antecesor, muy por debajo del máximo legal de 87.120,59 euros anuales.
Cuestión diferente es la comprensión que este reparto de áreas ha tenido en las filas de los dos partidos damnificados en la negociación, que ya se ha cobrado la primera de las dimisiones: la renuncia al acta de la edil del PP María José Asencio.
En un error aparentemente formal, Asencio Pérez tomó posesión como “concejala de Deportes del Ayuntamiento de Arona”, mucho antes de que el pasado viernes la alcaldesa obtuviera el visto bueno del pleno a su estructura de Gobierno. Al conocerse que esa área sería para su compañero de partido y de que su segunda preferencia, Fiestas, tampoco le correspondería, presentó de manera fulminante su renuncia.