Verano a verano, los mosquitos campan a sus anchas, convirtiéndose en la peor pesadilla de millones de personas. Cuando cae la noche y el calor no afloja, estos insectos se aprovechan del descanso para alimentarse de la sangre y causar picores, irritaciones y molestias.
Una de las soluciones llega desde California, en Estados Unidos. El Distrito de Control de Mosquitos y Vectores del condado de Orange ha desvelado su arma definitiva: drones armados con gránulos de esporas llenos de bacterias.
El dron permite el acceso a lugares a los que no puede llegar una persona con una mochila fumigadora. Estas aeronaves no tripuladas pueden tratar 4.000 metros cuadrados en menos de dos minutos. Algo que a una persona le llevaría horas