incendio en la palma

Evacuadas más de 4.000 personas por un incendio sin control en La Palma

El fuego, ayudado por el viento, se originó en Puntagorda y ha afectado a 4.500 hectáreas de monte, quemando 13 casas; en Tenerife, los equipos de extinción luchaban anoche por sofocar las llamas en los altos del Valle de Güímar
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El incendio declarado en la madrugada de ayer en Puntagorda y que ha afectado también a los municipios de Tijarafe y Garafía, al noroeste de La Palma, avanza sin control y con varios focos secundarios tras afectar a más de 4.765 hectáreas, con un mínimo de trece casas quemadas y 4.000 personas evacuadas que integran el censo de las zonas afectadas.

Las autoridades regionales, insulares y nacionales instaron a la responsabilidad de la población afectada, ya que “hay resistencia a abandonar las casas”. “Primero son las personas, luego las casas y luego la extinción”, alertó el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, ante la “resistencia” de varios vecinos a dejar atrás sus propiedades.

Ante esta situación, se pidió a la Delegación del Gobierno de España y al Ministerio del Interior la activación de los Grupo de Reserva y Seguridad (GRS), ya que los efectivos que están en labores de evacuación se encuentran con problemas para llevar a cabo los desalojos.

Por primera vez se ha utilizado en Canarias el sistema ES-Alerta de aviso a la población, lo que se denomina como 1-1-2 inverso, enviando un mensaje a todos los terminales móviles que se encuentran en la zona a evacuar, comprendida entre los barrios de Timizara, Aguatavar, Zona del Pinar y el núcleo urbano de Tijarafe. En la noche de ayer las autoridades también decidieron iniciar la evacuación del resto de habitantes del municipio de Puntagorda ante el posible avance y evolución del incendio durante la madrugada hacia los núcleos poblacionales. Entre ellos los usuarios de la residencia de mayores que se encontraban confinados a la espera de la evolución.

También se determinó el cese de la actividad y la evacuación del personal científico del Observatorio del Roque de los Muchachos. Están cortadas las carreteras LP-1 y LP-4. El fuego superó las crestas de La Caldera.

Por la mañana fueron evacuadas las primeras 500 personas en Puntagorda y, pasado el mediodía, los vecinos del núcleo de Tijarafe, a los que se sumaron a última hora de la tarde el resto de vecinos de Puntagorda. Para los desalojados se han habilitado el pabellón de Los Llanos, donde se encontraban unas 60 personas atendidas y 30 animales albergados por Cruz Roja, además del Polideportivo y albergue de Tazacorte, el CEIP Adamancasis de El Paso, el polideportivo de Breña Alta y el Acuartelamiento el Fuerte, por si fuese necesario.

Trece medios aéreos se encuentran actuando para combatir el fuego tras la incorporación del primer hidroavión FOCA del Ministerio desde Málaga, que se sumó a los tres helicópteros y un avión de carga en tierra Air Tractor del Estado -con base en la Gomera-, tres helicópteros del Grupo de Emergencias y Salvamento (GES) del Gobierno de Canarias, un helicóptero del Cabildo de Tenerife y otro de Gran Canaria y un helicóptero de la Guardia Civil en labores de coordinación aérea.

Medios terrestres

En tierra intervienen unos 350 efectivos del Cabildo de La Palma, Brif del Ministerio, Eirf del Gobierno de Canarias, Bomberos de La Palma, Servicio de Urgencias Canario (SUC), Policía Canaria, Guardia Civil, Policía Local, Cruz Roja, Bomberos de Tenerife, Unidad Militar de Emergencias (UME) con base en Tenerife -120 efectivos humanos y 48 vehículos- y Unidad de Tierra y Puesto de Mando Avanzado (Drago 01) del Grupo de Emergencias y Salvamento (GES) del Gobierno de Canarias y voluntariado de Protección Civil.

Un segundo hidroavión FOCA, que retrasó su salida a la Isla por cuestiones técnicas, podría incorporarse hoy a las labores de extinción.

El incendio se declaró sobre las 1.15 horas de la madrugada del sábado en el punto kilométrico 76 de la carretera LP-1, en la zona de El Pinar, y se situó en zona de interfaz urbano-forestal, paisajes entre áreas de cultivos, viviendas y la proximidad de matorrales, con varios focos que han continuado evolucionado en zona de asentamientos humanos y cultivos y otros más forestales, lo que dificultó las tareas de extinción. La prioridad inicial fue el desalojo de vecinos e intentar salvar las viviendas. Después, adquirió nivel dos y la coordinación pasó del Cabildo al Gobierno regional.

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