El consejero de Transición Ecológica y Energía del Gobierno de Canarias, Mariano Hernández Zapata, indicó ayer que se ha aprobado una partida presupuestaria de 600.000 euros para adoptar medidas con el objetivo de restaurar y luchar contra la erosión del fuego iniciado el 15 de julio en la isla de La Palma, en concreto, en los municipios de Puntagorda y Tijarafe.
Así lo expuso Hernández Zapata en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno donde fue aprobada la partida, que permite dar respuesta de “forma inmediata” a quienes lo requieran, posibilitando la reposición de los bienes afectados, así como la normalización de las actividades y servicios públicos.
De este modo, además de destinar fondos para la reparación de daños materiales particulares también se empleará para cubrir las pérdidas y daños producidos en el medioambiente, así como para futuras labores de prevención, pudiéndose otorgar fondos para la realización de obras o instalaciones que sean necesarias para luchar contra la erosión del terreno y medios destinados a la prevención y extinción de incendios.
Las ayudas las podrán articular y otorgar las consejerías, de forma conjunta o complementaria, con las administraciones locales de los municipios afectados, incluso siendo compatible la recepción de ayudas de varias de estas instituciones públicas.
En este sentido, Hernández Zapata señaló que desde su departamento se ha enviado una carta y se han puesto en contacto también con el Ministerio de Transición Ecológica para que cofinancien estas ayudas, así como la restauración y recuperación del medio natural, afirmando que están “aún a la espera” de que confirmen las cuantías.
DICIEMBRE
Aún así, agregó que se ha iniciado el trámite y se espera que, “como muy tarde”, durante el mes de diciembre comiencen estas obras de recuperación y lucha contra la erosión en la isla de La Palma.
El incendio de Puntagorda y Tijarafe quedó oficialmente estabilizado el pasado 19 de julio tras quemar 2.900 hectáreas de durante cinco días. A la siguiente semana, las llamas se reactivaron dentro del Parque Nacional de La Caldera de Taburiente, lo que obligó a activar los operativos terrestres y aéreos para el control del fuego.