La disputa por los derechos sobre las riquezas submarinas es uno de los ejes relevantes en la geopolítica mundial desde el cambio de milenio, y los referentes a Tropic y sus siete hermanas son ejemplo de ello, dado que los gobiernos de España y Marruecos han reclamado ante las Naciones Unidas la soberanía económica sobre estos territorios situados bajo la superficie marina al sur de Canarias, como ha informado puntualmente DIARIO DE AVISOS desde hace casi tres lustros.
Aunque la ONU sigue sin adoptar una resolución al respecto, hay un factor nada baladí que favorece los intereses españoles y, por ende, de los isleños, dado que la geología aporta formidables argumentos a su favor.
Para tener una visión adecuada sobre el tema hay que remontarse a 2009, año en el que España formalizó su petición para ampliar de las 200 actuales a 350 millas náuticas su Zona Económica Exclusiva (ZEE) en esta parte del Atlántico Norte, al igual que hiciera con las aguas al oeste de Galicia.
Mientras que en el caso gallego se obtuvo la conformidad de las Naciones Unidas, el expediente relacionado con Canarias se encuentra paralizado desde que en 2015 Marruecos expresara oficialmente sus reservas al mismo.
Entre los argumentos de Rabat se encuentra el hecho de que Tropic (precisamente el monte submarino de mayor interés por su extraordinario yacimiento de telurio, entre otros minerales catalogados como estratégicos dado su uso industrial en sectores como la energía solar o las telecomunicaciones) está más cerca del continente que del Archipiélago.
Tal proximidad es respecto al Sahara Occidental, un territorio al que Naciones Unidas concedió a Marruecos el derecho a su administración, pero solo respecto al continente. Por ello el Gobierno de Rabat inició en 2019 una ofensiva jurídica y diplomática para ampliar tal prerrogativa a las aguas saharianas, no en balde también están en juego yacimientos de hidrocarburos al sur, por citar otro ejemplo.
Sea como fuere, el hecho de que Tropic esté más cerca del Sáhara que de Canarias no implica, en absoluto, que Naciones Unidas vaya a conceder automáticamente a Marruecos los derechos de explotación sobre dicho monte submarino.
Hay que tener en cuenta que la condición imprescindible para que la ONU conceda esa ampliación de la ZEE hasta las 350 millas es que se trate del mismo fenómeno geológico. Ahí, España tiene todas las de ganar según los especialistas del IGME, para quienes no hay dudas de que Tropic, como el resto de los montes de su entorno (que sí están dentro de las 200 millas españolas) son unas Canarias prehistóricas que surgen del mismo punto caliente de la corteza terrestre que las Islas actuales.
Además, hay otro problema, como recuerda el IGME en su nuevo estudio sobre la zona: el impacto ambiental de la minería sobre los valiosos ecosistemas submarinos que también existen en esos montes, un dato que, por ejemplo, llevó al equipo británico que descubrió las reservas de telurio de Tropic a abogar por la protección de esos fondos marinos.