Dura y justa derrota. El CD Tenerife no compareció en Ipurúa, ofreciendo así su peor cara de toda la temporada. Garitano cambió el plan y a más de medio equipo. Fracasó en el intento. Entró en juego la ‘Unidad B’, formada ayer por Ángel, Teto, Bodiger, etc. Dio para lo que dio, que en la primera parte fue para sostener el equipo desde la defensa, ya que en ataque fue la nada absoluta. En la segunda llegó la catástrofe, con dos golazos de un Eibar dirigido por un Joseba Etxeberría que le ganó la partida al míster blanquiazul. Stoichkov, Quique y Unai Vencedor dieron cuenta de un equipo que no se presentó a competir.
Asier Garitano volvió a revolucionar el once inicial. Esta vez no se conformó con hacer varias sustituciones, sino que cambió medio equipo. Las rotaciones elevadas a su máxima expresión. El preparador dio descanso a varias piezas claves, como León, Corredera, Waldo y Enric.
La defensa sufrió tres cambios sustanciales. José León, después de jugarlo absolutamente todo, se fue al banquillo por primera vez. Así, la pareja de centrales fue la compuesta por José Amo y Loïc Williams. En los laterales Aitor Buñuel y Nacho Martínez, también partieron de inicio.
En el doble pivote, la ausencia más notable fue la de Álex Corredera, otro de los que habían disputado todos los minutos. Bodiger se estrenó como titular, acompañado por Sergio González.
Waldo Rubio tampoco entró en la formación de inicio. Luismi Cruz, Roberto López y Teto formaron el tridente ofensivo. Por último, en la delantera tuvo lufar otro cambio destacado, ya que Enric Gallego fue suplente y Ángel titular. En el banquillo no estuvo Elady, quien sufre una gastroenteritis, según comunicó el propio club.
La primera parte cumplió el guión previsto por Asier Garitano. Pasaron pocas cosas. Los suyos inexistieron en ataque, mientras que atrás defendieron con corrección. Solo planteó problemas Stoichkov, cuya movilidad y las diagonales que trazaba causaron algunos dolores de cabeza a la renovada zaga blanquiazul.
Los armeros se acercaron en numerosas ocasiones a la meta de Soriano, pero no llegaron a concretar ninguna ocasión para crear peligro de verdad sobre la meta blanquiazul.
De esta manera, un Eibar-Tenerife bastante aburrido se fue al descanso con el empate inicial.
En la segunda parte Garitano trató de cambiar el partudo metiendo en el campo a Corredera y Waldo, mientras que Sergio y Roberto López se quedaron en la caseta.
También modificó su planteamiento Etxeberría, no cambiando jugadores, pero sí algunos conceptos. Retrasaron un poco la presión, por lo que la defensa del Tenerife adelantaba posiciones. De esa manera ganó metros el ataque local para aparecer con más peligro.
Las cosas se empezaron a torcer para los visitantes cuando Stoichkov hizo lo mejor que sabe hacer: marcar goles. El Tenerife perdió un balón peligrosísimo en una mala salida desde atrás y en un centro diagonal, el atacante eibarrés recibe de espalda y a la media vuelta, y con la zurda, engancha un balón que se coló por el palo derecho de la meta de Soriano. Un golazo del Eibar que se ponía 1-0 en el marcador.
El Eibar remata el encuentro con otro tanto de bella factura en el minuto 66 de encuentro. Los armeros tocaron y tocaron ante una defensa impotente hasta encontrar el hueco adecuado. Remató la faena Quique con un remate con la derecha en el interior del área por el lado derecho de la portería. Asistencia de José Corpas. 2-0 y el partido parecía definido.
Garitano quiso reaccionar y volvió a hacer cambios. En el 67 entraron Enric Gallego y Mo Dauda, por Luismi Cruz y Ángel.
Algo mejoró el equipo y se acercó a la portería de un Luca Zidane que pasó una tarde plácida sobre el césped de Ipurúa. A pesar de esa leve mejoría, el Tenerife no disparó a puerta ni en una ocasión.
Remató el Eibar el choque en el minuto 90 gracias a un nuevo desajuste defensivo de los blanquiazul. Un centro al área desde la banda izquierda lo despejó de cabeza Loïc Williams. El rechace se lo encontró Vencedor, que sin nadie a su vera, solo tuvo que ajustar el balón al fondo de la portería de un Soriano que en un solo encuentro encajó tres goles.
Justa derrota de un Tenerife apático, insulso e inoperante que en Ipurúa jugó su peor partido de la temporada.
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