Los temporales por las subidas de las mareas no solo se repetirán sino que irán en aumento en los próximos años, dañando principalmente a localidades como Las Galletas, en Arona, que es uno de los seis puntos de mayor riesgo de Tenerife. Todo ello como consecuencia del cambio climático.
El pasado sábado, parte del paseo marítimo de este núcleo se hundió, sin que hasta el momento hayan trascendido los motivos. No obstante, es una situación cada vez más recurrente y cuya frecuencia aumentará de aquí a 2050. Para esa época, el agua alcanzará extensas fracciones de terreno tierra adentro, hasta más allá del centro de la localidad.
Hace apenas dos años, en agosto de 2021 ocurrió y antes de esa fecha ya había pasado en otras ocasiones el derrumbe del paseo. Sin ir más lejos, el mes pasado, el acceso a Las Galletas a través de la carretera general TF-66 tuvo que ser cerrada al tráfico, debido a la situación en la que quedó debido al fuerte oleaje.
Toda esta información está recogida en los importantes pero poco conocidos planes PIMA (Planes de Impulso al Medioambiente), donde se determinan las zonas, en este caso de Canarias, en las que existe mayor riesgo de sufrir los efectos del cambio climático. El PIMA Adapta Costas Canarias pretende, además, la toma de decisiones que minimicen el impacto de este fenómeno global. Este documento se ocupa ampliamente de diferentes perjuicios que sufrirán las Islas en las décadas venideras.
En el caso de las zonas costeras está claro: en Tenerife hay seis zonas de alto riesgo acumulado. Son 47 en el conjunto de Canarias. Y entre ellas, en Arona, está el litoral de Las Galletas. Al completo.
También están Santa Cruz de Tenerife, Candelaria y Las Caletillas, Puertito de Güímar, El Médano y desde El Veril (Adeje) a la playa de Los Cristianos.
En cuanto a los riesgos que el informe señala en este núcleo destaca problemas “sobre el casco urbano residencial, su acceso por la TF-66 -donde se encuentra el acceso y el paseo marítimo- y la playa y el muelle de Las Galletas”.
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