Tras un día de descanso -durante todo el miércoles no tuvo que intervenir Salvamento Marítimo-, el jueves, día Nacional de España, volvió a ser una fecha más para acrecentar la crisis migratoria que vive la isla de El Hierro desde mayo y sobre todo durante este mes -de los más de 5.000 migrantes llegados, más de 3.000 lo han hecho en octubre-.
De madrugada, en torno a las dos y media, entraba por la bocana del puerto de La Restinga un enorme cayuco de color azul celeste con nada menos que 248 subsaharianos a bordo, casi en exclusiva de Senegal. Cinco horas después volvía a entrar otro, más pequeño, de unos 14 metros de eslora, con 99 personas. Los servicios sanitarios y los agentes de Policía Nacional y Guardia Civil, trasladados exprofeso para le llegada de migrantes, no daban abasto.

En el gran cayuco de la madrugada, recogido a unos 11 millas de La Restinga por la Salvamar Adhara, con uno de sus patrones, Alejandro Fariña, al mando, llegó al puerto con 248 personas, entre ellos una madre que tuvo que se trasladada al Hospital Insular con hipotermia, acompañada de dos hijos pequeños, que no tenían ningún síntoma. También llegó una mujer embarazada, una veintena de niños y aproximadamente unos 40 menores, pendiente aún de identificar sus edades con las pruebas oseas. Anoche se les tomó a cada uno de ellos, menores y mayores, una muestra de sangre, por parte del equipo del SAMU de Sevilla, Atención Primaria de Tenerife y Cruz Roja, que han aliviado la carga que hasta ahora venían teniendo el personal del pequeño Centro de Salud de El Pinar, municipio al que pertenece La Restinga, un pequeño pueblo que vive de la pesca y del turismo del buceo.
Precisamente cuando varias centros se disponían a llevar a sus clientes a las impresionantes bajas que tiene el Mar de las Calmas, llegaba otro cayuco con 99 personas, la mitad de ellos menores. A la hora de escribir esta información estaban siendo tratados en el muelle a la espera de ser trasladados al polideportivo de San Andrés y desde allí, en caso de los adultos, ser trasladados por barco hasta Tenerife o Gran Canaria. Los menores seguirán aquí hasta que se vayan reubicando en centros de las islas o ahora, tras el acuerdo anunciado ayer por el Gobierno de España, en otras comunidades autonómicas. Un río de jóvenes senegaleses desesperados por salir de su país ante la crisis política y social que se vive allí, donde la pesca, uno de sus sustento y el principal motivo de la construcción de cayucos, lleva tiempo en manos de rusos y chinos. El lunes, el ministro Marlaska visitará Senegal con el propósito que colaboren en parar las salidas, como ya hace Mauritania.
Llegan a otras islas

Dos embarcaciones llegaron en las últimas horas a Tenerife y Lanzarote con un total de 153 migrantes a bordo, según datos recabados por Europa Press con fuentes de Cruz Roja y el 112 Canarias.
En el caso de Tenerife se trata de un cayuco que llegó a última hora de este miércoles con 104 migrantes de origen subsahariano en aparente buen estado de salud, por lo que no se realizaron traslados a centros sanitarios.
En Lanzarote, una patera con 49 migrantes -sin traslados a centros sanitarios- llegó durante la madrugada al muelle de Puerto Naos, en Arrecife.