El director territorial de Educación del Gobierno de Canarias, Adrián Delgado, abrió este miércoles el curso académico del Conservatorio Profesional de Música de Tenerife, tras un acto en el que, cómo no, predominó la música en directo. El centro acogerá este curso a algo más de 900 alumnos y más de 100 profesores, profesionales de la música además de docentes, con oferta amplia de enseñanzas, que van desde el canto a la composición, pasando por cuerda frotada, piano, viento o percusión, entre otras.
La lección inaugural corrió a cargo del músico y profesor Miguel Ángel Linares, exdirector del Conservatorio Superior, quien tras la presentación de la directora del Conservatorio Profesional, en un salón lleno de alumnos y representantes del Gobierno de Canarias, Cabildo de Tenerife y Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, habló sobre la inteligencia artificial (IA), inteligencia emocional y la vocación musical. Linares, aseguró que “la inteligencia artificial es un tsunami que más temprano que tarde nos va a inundar”, y abogó por propiciar la reflexión para que profesorado y alumnado asuma la nueva realidad que va a cambiar el paradigma social y, por extensión, el de la música.
“Tenemos que estar preparados porque, mientras que en otros tiempos, en el Barroco o el Clasicismo, por ejemplo, los procesos llevaban décadas, ahora los cambios se producen de un día para otro”. Sin embargo, Linares se mostró optimista: “El cambio de paradigma se ha producido en infinidad de ocasiones y, sin embargo, seguimos emocionándonos cuando escuchamos en directo un Claro de Luna interpretado por Daniel Barenboim. ¿Y por qué es esto? Porque a las personas nos gusta ver cosas hechas por personas. Si no, ¿por qué nos causa tanta emoción ver a un atleta rozar los nueve segundos si un patinete lo puede hacer fácilmente? Y es que no tiene nada que ver escuchar el mejor disco con la mejor grabación de un tema, con asistir a un ballet o a una ópera en directo, esa emoción es algo que se transmite por la piel de persona a persona. Así es que, aunque la IA cambie el paradigma, seguiremos necesitando la emoción del directo. Si eso no fuera así, no estaríamos hoy inaugurando este curso, en el que hay tanta gente que se emociona con la interpretación de la música”, aseguró.
La directora de la institución educativa, Cristina Vargas, explicó que durante este curso se continuará con el perfeccionamiento, con seguir acercando el Conservatorio a la sociedad, los encuentros con el público, intercambios con otros conservatorios y la participación con otras instituciones. Que sientan los alumnos que tienen una proyección y una continuidad entre las enseñanzas profesionales y superiores, que todos están dentro del mismo proyecto.
Además, pidió al Gobierno de Canarias, al que pertenece la institución, cumplir con los requerimientos que se hacen año tras año desde el centro, para seguir ofreciendo una enseñanza de calidad en condiciones óptimas y felicitó a las tres alumnas que obtuvieron el Premio Extraordinario de enseñanzas musicales este año, las hermanas Claudia (clarinete) y Carla Alonso (flauta travesera), y Natalia Dionis (piano), provenientes las tres del Conservatorio Profesional de Tenerife.
Si el acto lo abrieron profesores del centro con un cuarteto de cuerda compuesto por Fernando Rodríguez, Irene Gutiérrez, Giovanni Déniz y Héctor Píriz, interpretando el Canon en re mayor de Pachelbel, el cierre corrió a cargo del dúo formado por Javier Llopis y Laura Gordo, al clarinete y al piano, respectivamente, con la interpretación de Lenny (Fantasía para clarinete y piano), de Óscar Navarro, y After You, Mr. Gershwin, de Bela Kovacs.