El hallazgo de varios ejemplares de mosquito tigre en la Vuelta de los Pájaros de Santa Cruz de Tenerife ha llevado a Salud Pública a colocar nuevas trampas para intentar controlar la situación lo antes posible. Ayer se ubicaron 24 trampas en jardines comunales y viviendas, lo que, unido a la colaboración vecinal, está logrando disminuir los focos detectados, según confirmó a DIARIO DE AVISOS el catedrático de Patología y profesor emérito de la Universidad de La Laguna (ULL), Basilio Valladares.
Por su parte, la asociación de vecinos de la zona afectada indicó que “no hay ningún vecino” que no esté colaborando con Sanidad Ambiental, pues las 120 casas que conforman este enclave capitalino “están comprometidas con este problema y han abierto sus puertas a los técnicos para ayudar al control del insecto”.
En este sentido, Vicky, presidenta de la asociación vecinal, especificó que “Sanidad ha venido hoy (ayer para el lector) a poner más trampas y no ha habido ningún problema con los vecinos. En la zona estamos tranquilos, pues no se han registrado nuevas picaduras y todo está en orden”.
Mientras, el catedrático y exdirector del Instituto de Enfermedades Tropicales de la ULL, Basilio Valladares, recordó que “es vital que los inspectores de la Dirección General de Salud Pública y el personal del Instituto Universitario de Enfermedades Tropicales puedan continuar fumigando en los nidos encontrados del Aedes albopictus y, para ello, se necesita acceder a viviendas y jardines. En un principio existió oposición de unos cuantos vecinos, pero finalmente han accedido ante la llamada urgente de colaboración”.
El científico matizó que “las actuaciones que se están llevando a cabo consisten en la colocación de trampas, que se recogen cada siete días para realizar un informe y mapas de los focos detectados, los cuales ya han ido disminuyendo en los últimos días gracias al esfuerzo que está haciendo”.
Valladares insistió en que, a pesar de esta reducción de focos, no hay que bajar la guardia, porque aún hay zonas “descontroladas donde no se puede fumigar”. Una situación que, alertó, “es preocupante, porque por el viento o incluso si un ejemplar se cuela en un coche, puede provocar la expansión del insecto, que terminaría asentándose en Canarias, como ya ha ocurrido en otros puntos del país como en Cataluña”.
“La no eliminación de reductos del Aedes albopictus (transmisor de enfermedades como el zika o el dengue) podría generar 10.000 ejemplares volando por todas las islas en tan solo una semana, debido a que es una especie prolífica, y en cada nido se pueden encontrar entre 100 y 200 huevos, aparte de que puede sobrevivir más de un año sin que las larvas lleguen a eclosionar. Por ello es tan importante que se eliminen rápidamente”, aseveró Valladares.
En otro orden, el Ministerio de Sanidad ha puesto en marcha una campaña para promover el uso de la aplicación Mosquito Alert, que busca vigilar las picaduras de este insecto y su prevención.
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