Casi 170 soldados del Regimiento de Infantería “Canarias 50” del Ejército de Tierra, uno de los más antiguos de Europa, se desplegarán los próximos seis meses con la OTAN en Bagdad para asesorar al Gobierno de Irak en materia de seguridad.
La base General Alemán Ramírez de Las Palmas de Gran Canaria ha acogido este viernes el acto de despedida del contingente A/I XIX, formado por 161 hombres y siete mujeres. Se trata, en su gran mayoría, de militares nacidos en las islas (el 80 %, según Defensa).
Tras el toque de escuadra y la incorporación de la enseña nacional del Regimiento “Canarias 50”, además del tradicional homenaje a los heridos o fallecidos en acto de servicio, familiares y amigos han arropado a los soldados que conforman el contingente multidisciplinar que se traslada a Irak.
El contingente A/I estará en Bagdad de noviembre a mayo en una misión para la que lleva seis meses preparándose, con el objetivo de reforzar el trabajo de la OTAN en Irak, ayudar a las fuerzas de seguridad iraquíes y a sus instituciones de enseñanza, desarrollar la capacidad del país para crear estructuras de seguridad y afianzar una educación militar “más sostenible, transparente, inclusiva y eficaz”.
La misión busca complementar los esfuerzos internacionales para la estabilidad de Irak a largo plazo en la lucha contra el terrorismo y prevenir el resurgimiento del grupo radical Estado Islámico, o Daesh, así como el asesoramiento en enseñanza militar al Ministerio de Defensa iraquí e instituciones.
Se trata de una operación basada en la inclusión y asociación, con respeto a la soberanía, independencia e integridad territorial de Irak, no de combate, precisan sus responsables.
Para el Regimiento “Canarias 50”, esta será su primera misión en Irak, aunque sus miembros ya han estado desplegados en fuerzas internacionales en Bosnia y Herzegovina entre 2001 y 2004, Afganistán entre 2007 y 2013, Mali en 2019 y Líbano, en 2017 y 2021.
Sin embargo, las despedidas “nunca son fáciles” y así lo han expresado las familias de los militares que forman parte del contingente durante un acto en el que no faltaron los abrazos.
En el contingente viaja el marido de Shaila González, en la que es su tercera misión y, aunque ya son varias veces, “nunca te llegas a acostumbrar”, asegura, “no te llegas a preparar para esto”.
Esta vez “con pena”, confiesa, porque su hija ya tiene ocho años y “es más mayor y entiende la situación”, aunque ha garantizado el apoyo de toda la familia, tanto a él como a los que se quedan “porque juntos superaremos estos seis meses de ausencia”.
También se desplegará en Irak el hijo de Eduvigis Lopez, por lo que toca volver a vivir una situación que define como “difícil” y que afrontan “lo mejor posible para coger fuerza”, y también “transmitírsela a él”.
Confía en hacer videollamadas y llamadas de teléfono con él para “estar tranquilos”, aunque la frecuencia del contacto “varía” y, aun siendo una misión de ayuda, no de combate, “siempre hay peligro y es larga”.
Igualmente viajará a Irak el hijo de Carlos Fernández, cuya familia “lleva la situación con orgullo y honor”.
Su hijo, teniente, afrontará en Irak “su primera misión” en el exterior y, aunque las despedidas “son duras y difíciles”, en su familia “entienden su profesión” y le apoyan.
El contingente asegura estar preparado para comenzar la misión, cuyas actividades de asesoramiento se harán en escuelas militares iraquíes de Bagdad, Besmayah y Taji.