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El Cabildo de Tenerife trabaja para abrir el monte al público con toda la seguridad

La Corporación insular invierte 7,9 millones de euros en los trabajos más urgentes para evitar riesgos de caída de árboles sobre personas y vehículos, y regenerar las zonas afectadas por el incendio forestal
El Cabildo de Tenerife trabaja para abrir el monte al público con toda la seguridad

El Cabildo de Tenerife trabaja para abrir el monte y los caminos y senderos afectados por el incendio forestal que se inició el 15 de agosto con toda la seguridad y sin riesgos para las personas y los vehículos, ya que hay zonas de pino radiata muy dañadas.


Conviene recordar que el fuego afectó a los municipios de Santa Úrsula, Arafo, Candelaria, El Rosario, El Sauzal, Fasnia, Güímar, La Matanza de Acentejo, La Orotava, La Victoria, Los Realejos y Tacoronte, se extendió por un perímetro de 90 kilómetros, tardó más de un mes en estar controlado y dejó como saldo unos daños valorados en más de 80 millones de euros.


El pino radiata, una especie originaria de California (Estados Unidos), ha dado a los técnicos y a las brigadas forestales muchos dolores de cabeza durante el incendio y es el que produjo la mayor parte de las reactivaciones del fuego que tuvieron lugar en octubre. El objetivo de la Corporación insular, incluso antes del incendio, es eliminarlo, porque no tiene capacidad de rebrote y, por lo tanto, no se recupera, sino que termina muriendo y cayendo por el viento -aunque sea débil- o cuando la tierra se vuelve más blanda por la lluvia, debido a que tiene un sistema radicular muy pobre.


En total, se quemaron 571 hectáreas de pino radiata de las 730 que quedaban dentro del espacio natural protegido que se intentan liberar para poder reforestar con otras especies autóctonas, principalmente monteverde y pino canario, y recuperar los ecosistemas originales en estas zonas.


La mayoría de estos árboles se encuentran dañados en la base y se siguen cayendo solos, provocando un fuerte ruido, pero es necesario ayudarlos por seguridad, incluso para las personas que trabajan en el monte. Así, se eliminan principalmente los que están al borde de pistas o pueden rodar sobre las mismas generando un riesgo para los usuarios y los coches. Por esta razón, la presidenta insular, Rosa Dávila, reiteró ayer que hay pistas y senderos que todavía se encuentran cerrados, porque son inseguros para la población y pidió precaución y que los ciudadanos se informen previamente de sus condiciones por canales oficiales, como la página en internet de Medio Natural del Cabildo de Tenerife y la aplicación Tenerife ON, que actualiza de forma permanente la situación en el monte. Destacó también que se habían contratado los trabajos más urgentes para recuperar el monte, asignados a 22, empresas con una inversión de 7,9 millones, de los 29 millones que se van a invertir entre 2024 y 2026 para la reforestación con recursos propios. Dávila hizo estas declaraciones durante una visita a tres zonas donde se ejecutan estos trabajos como son las pistas de Las Calderetas y las Aguilillas, en Ravelo, en El Sauzal, y El Rayo, en La Matanza de Acentejo, a las que se puede llegar dado que hay otras que el fuego las ha dejado, por el momento, inaccesibles para los propios técnicos.


Lo hizo acompañada del vicepresidente, Lope Afonso; la consejera de Medio Natural, Sostenibilidad y Seguridad y Emergencias, Blanca Pérez; el director insular de Medio Natural, Pedro Millán, y los técnicos Pedro Martínez, Adela Conde, Bernabé Gutiérrez, Pablo Pascual y Eva Padrón. Esta última declaró que si se quiere abrir el monte a las personas, “lo primero que hay que hacer es asegurarnos que en las vías de uso público no cae ningún pino que pueda producir un riesgo”.


Se trabaja en dos tipos de actuaciones, una dirigida en este sentido y la otra para evitar el riesgo de erosión en las cuencas. En la primera se utiliza maquinaria específica, como puede ser una trituradora, que deja el suelo limpio para una futura repoblación con especies canarias, y una procesadora forestal. El gran problema de estos trabajos es la seguridad, porque los pinos quemados al estar socavados en la base se caen constantemente.


Para ello, se dispone de una procesadora forestal dotada con una especie de brazo mecánico que coge aquellos árboles que tienen mayor riesgo, previamente señalizados por los técnicos con una raya o círculo de color rojo, los arranca, los desrama, le quita la corteza, corta el tronco en partes, para luego poder apilarlos y que esa madera pueda ser aprovechada.


Esta maquinaria cuenta con una cabina reforzada y todos los elementos que garantizan la seguridad del operario que la maneja. La repoblación también es un trabajo complejo. Requiere limpiar el terreno, hacer hoyos y cavar, y ya se ha ejecutado en la mayor parte del municipio de La Orotava.


En el caso de El Sauzal y La Matanza, “estamos un poco justos para repoblar este año porque tiene que ser cuando llueve, antes de marzo”, apuntó Padrón. La segunda actuación se realiza en dos vertientes, una directa y otra indirecta. En la primera se crea una capa protectora o mulching con restos vegetales triturados que proceden de apeos y cortas, o bien, restaurando el suelo con siembras y plantaciones para favorecer el rebrote de cepa. Y la segunda utiliza la agrotécnica más blanda y consiste en reducir la velocidad y la capacidad erosiva de las escorrentías como ejemplo de contención frente a las lluvias. Para conseguirlo, se crean barreras transversales a la pendiente con pequeñas ramas de monteverde que frenan la velocidad del agua, al frenar sedimenta, va depositando en el suelo poco a poco y llega más lentamente a los cauces. “El freno que ponía la vegetación, ahora se hace con otras estructuras”, precisó, por su parte, Pedro Martínez.


Este tipo de construcciones vegetales se denomina fajinas. No obstante, también se contemplan otras como rellenos con piedra del lugar de huecos existentes en las cercanías y bordes de pistas provocados por agrietamientos o formación de hileras de piedras colocadas de manera transversal en carrileras abandonadas y en cárcavas someras situadas aguas arriba de las pistas por las que discurra el agua sin freno.


Las actuaciones se completan con escolleras de mampostería en seco, diques de mampostería (gavionada u otras técnicas) y lechos naturalizados de piedra.
Por otra parte, además de las actuaciones urgentes descritas, desde el Cabildo se están realizando otras en zonas de riesgo de desprendimientos y movimientos en masa e instalación de barreras para retención de derrubios y estabilización de cauces a lo largo de las pistas forestales.


Asimismo, el personal de Medio Natural trabaja en la construcción de infraestructuras de protección de pistas forestales y realizando actuaciones en senderos y áreas recreativas y para la reparación de las redes hidráulicas de extinción de incendios forestales afectadas por el incendio.


Todo ello se completa con otras actuaciones de carácter técnico, como la generación de una nueva ortofoto de las áreas quemadas, la redacción de proyectos, la dirección técnica y el apoyo de dirección, seguridad y salud.

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