Los chicharreros de Santa Cruz son los tipos más antipáticos de España. Lo dicen las estadísticas. Y los tipos -y tipas- más simpáticos de España son los de Vigo, también lo dicen las encuestas. Así que nos llevamos la palma de tipos desagradables y lo publican los periódicos. Ahora andan con las estadísticas de la calidad de los espermatozoides de cada ciudad española; espero que esta vez no pongan a Santa Cruz a la cola, porque a ver la cara que se le pone al alcalde Bermúdez, que es muy celoso de las cualidades de sus ciudadanos, me imagino que incluso en los asuntos de la procreación. Eso de tener los huevos claros no vende y sería una joda que a los chicharreros los pusieran allá abajo en cuanto a si tienen los espermatozoides rengos, o diligentes a la hora de la fecundación. Después de las voladas de Tezanos, las encuestas lo abarcan todo y lo controlan todo y el mercadeo se lleva mucho por los sondeos, que para eso están. Igual que para ver cuál es el barrio que más frecuentemente reza el rosario o cuál el que fornica más de cinco a siete de la madrugada o aquel que respeta menos a la mujer del prójimo. Es terrible, no se escapa nadie. Cana al aire que te echas, cana al aire que aparece en el muestreo, sin solución de continuidad. España ha pasado de ser una nación despreocupada a otra atenta al menor descuido para darte el machetazo. Hoy podemos ser los más antipáticos y mañana otras cosas, como les ocurría antañazo a Cádiz y a Las Palmas, urbes que se llevaban ciertos premios, durante la oprobiosa, cuidadín, cuidadín. En fin, que hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad. Mejor mirar para otro lado.