Un joven de 24 años, vecino de La Laguna, denunció el pasado 17 de octubre al reconocido jurista tinerfeño Miguel Cabrera Pérez-Camacho como presunto autor de un delito de agresión sexual.
Dicha denuncia, cuya copia obra en poder de este periódico, se presentó en las dependencias de la Guardia Civil en Tacoronte minutos después de las ocho y media de la tarde de dicha jornada, y hace alusión a unos hechos que habrían tenido lugar esa misma tarde en una vivienda del denunciado, ubicada en la misma localidad.
El también presidente del Casino de Tenerife ha negado rotundamente la veracidad de la denuncia, que achaca a un montaje del que responsabiliza a un abogado al que tuvo que despedir tiempo atrás de su bufete.
Un juzgado de La Laguna ha abierto diligencias informativas a raíz de dicha denuncia.
La denuncia
Según la versión facilitada a las autoridades por el joven lagunero, que fue alumno de Cabrera en la Universidad de La Laguna y que ahora cursa el Máster de Abogacía y Procura que imparte dicho centro educativo, llegó a un acuerdo con su antiguo profesor para firmar un convenio de prácticas en su despacho de abogados.
Cuando se llevó a cabo la firma de dicho convenio en un domicilio tacorontero de Cabrera, este procedió a enseñarle la casa y que “acto seguido, Miguel Cabrera le pidió que se sentase en la cama, le preguntó si tenía pareja, contestándole el dicente [el joven denunciante] que no, por lo que tras la respuesta le pide que se quitase la camisa y se tumbe, momento en el que se quedó en shock.
Que antes de esto, le comenta que es diabético, y que Cabrera le llega a decir que la vida compensa, no se puede ser tan guapo y no tener enfermedad”. Tras lo cual “empieza a tocar al dicente en el torso, palpando los pectorales, la zona abdominal y la zona lumbar, siendo todos los tocamientos por encima del ombligo”.
Siempre según la versión del joven denunciante, tras ello “le dice que se tiene que ir a trabajar, dándole como respuesta te vas a ir sin darme un masaje, por lo que procedió a masajear la espalda [de Cabrera] con los pulgares durante unos segundos, tras esto le dice que se tiene que marchar”.
Cuando al fin abandona la casa, se puso en contacto con una amiga y con su hermano, y dijo sufrir un ataque de ansiedad.
Sobre el resto de la declaración, añadir dos datos
Por una parte, el joven manifestó que, a su juicio, “las intenciones [de Cabrera] eran puros tocamientos” y que no apreció que pretendiera ir a más, que “el trato siempre había sido de profesor-alumno, considerándolo cordial” y que en ningún momento le mostró una orientación homosexual.
Por otra, el denunciante dijo tener en su posesión el mensaje de audio de un amigo suyo donde al parecer le refiere “que tiene conocimiento de que a otras personas les ha pedido que se quiten la camisa”, sin que conste si se ha certificado ante el juzgado la existencia de esos otros casos.
El desmentido
A su vez, Miguel Cabrera Pérez-Camacho ha remitido un comunicado a los socios del Casino de Tenerife, entidad de la que es presidente, en el que, como se ha dicho, niega rotundamente los hechos que se apuntan en dicha denuncia y “en consecuencia, debo defender mi honor y el de esta querida institución que me honro en presidir, ante los Tribunales con todos los medios que las leyes me otorgan”.
Según replica Cabrera, todo obedece a la intervención de “un abogado sin escrúpulos, al que no hace mucho tiempo tuve que echar de mi despacho, y que ha conseguido –en su afán de venganza- manipular a un incauto para que manifieste que yo realizo agresiones sexuales. Nunca en mi vida he hecho semejantes cosas. No voy a hacerlo ahora a mis 69 años, en los que me dedico a mi trabajo, al Casino y a mis cuatro nietos. Con tal difamación se pretende conseguir dinero y, de paso, manchar mi imagen como presidente del Casino”, remachó.
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