Los pacientes que sufren dolor crónico pueden beneficiarse de una nueva tecnología que ofrece la Unidad del Dolor del Complejo Hospitalario Universitario de Canarias (HUC), adscrito a la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias. El neuroestimulador medular Inceptiv ofrece una función de closed-loop que escucha las señales a lo largo de la médula espinal y ajusta la estimulación en cada momento para mantener la terapia en armonía con la vida diaria.
Hace varias semanas los doctores Fernando Ojeda y Frank Walter realizaron el primer implantante este novedoso dispositivo para paliar el dolor en un paciente adscrito al centro.
La estimulación de la médula espinal interrumpe las señales de dolor entre la médula espinal y el cerebro. Se administra a un neuroestimulador implantado debajo de la piel. Los impulsos eléctricos suaves viajan desde el dispositivo hasta la columna vertebral a través de unos delgados cables aislados llamados electrodos, señaló el hospital lagunero.
La tecnología de closed-loop de este estimulador de la médula espinal es una de las ventajas de este nuevo dispositivo ya que detecta cómo responde el cuerpo a la estimulación eléctrica midiendo la activación de las neuronas dentro de la médula espinal, 50 veces por segundo. De esta manera, Incectiv detecta estas señales y ajusta automáticamente la estimulación para garantizar que los pacientes reciban las dosis de terapia que necesitan en función de su movimiento y actividad.
Este dispositivo es el único de este tipo compatible con resonancia magnética. La mayoría de los pacientes con neuroestimulador medular necesitarán una resonancia en los cinco años siguientes a la implantación de este dispositivo. La batería puede recargarse por completo en aproximadamente una hora.
Dolor crónico
El dolor crónico se define como el dolor por periodos prolongados que dura de tres a seis meses o que persiste más allá del tiempo esperado para la curación esperada para una determinada lesión, la cicatrización de los tejidos o la resolución de la enfermedad subyacente.
Una encuesta realizada en 2006 en Europa señala que el 19% de los encuestados declararon padecer dolor crónico durante al menos seis meses. Se estima que el 12% de la población adulta española sufre este dolor persistente. La artrosis de extremidades y la espondiloartrosis lumbar son dos de las principales causas. En concreto, según datos de la Sociedad Española de Reumatología, el 17% de la población mayor de 20 años padece artrosis de mano, rodilla o columna y alrededor del 15% sufre lumbalgia.
Supone un problema de salud pública importante que interfiere en las responsabilidades laborales y familiares de quienes lo padecen. El dolor crónico perturba la vida y puede interrumpir las actividades cotidianas del afectado si no se trata bien. Además puede provocar discapacidad física y psicológica y se asocia a comorbilidades graves y trastornos psicológicos como la ansiedad y la depresión.