El colectivo de criadores de pájaros en cautividad, que aglutina a unos 2.000 asociados en Canarias, región con un total de 10.000 aficionados a esta pasión, se muestra en una situación de “total incertidumbre” y dudas respecto a cómo se va a aplicar la nueva Ley de Protección Animal en cada comunidad y por parte de las distintas administraciones. Así lo manifiesta a DIARIO DE AVISOS Carlos Morales, de la Asociación Pinzón del Teide y uno de los organizadores del XXVIII Concurso Exposición Ornitológico Isla de Tenerife, celebrado recientemente en el Recinto Ferial de la capital de la Isla.
Según explica, “muchos criadores no saben si podrán seguir teniendo pájaros y hay demasiada gente con muchas dudas sobre lo que pueden o no hacer. Sinceramente, yo dejaría las cosas tal y como estaban antes y que se permita seguir criando como lo hemos hecho hasta ahora. Me parece bien lo relativo a las especies protegidas, pero lo demás lo dejaría como antes porque muchos se plantean dejarlo”.
Uno de los problemas es que aún no ha salido el llamado “listado positivo, que corresponde al Gobierno de Canarias y a los ayuntamientos y que aclararía las especies que podemos o no criar. Tampoco vemos muy acertado que se exija, si finalmente se confirma, pues también falta mucha información, que tengamos que disponer de núcleo zoológico para nuestros ejemplares porque muchos criadores tienen pocas parejas, cinco, diez… y con cantidades así no tiene lógica que se pida un núcleo zoológico debido a sus costes y lo que acarrea”.
Por eso, pide mucha mayor didáctica y aclaración por parte de las administraciones de cómo se va a concretar y desplegar la ley. “Esto puede traducirse en que, al final, perdamos lo que hemos ido consiguiendo en los últimos años, como afianzar la raza de melado tinerfeño, autóctona, criada en la Isla (los pájaros mutan y evolucionan muy rápido, según aclara) y reconocida mundialmente en 2002”.
Sobre la situación en general de las razas en cautividad, Morales indica que el cambio climático lo están notando en el retraso de las mudas de plumas de los pájaros, “aparte de que empiezan a poner los huevos y criar antes”. No obstante, sí confirma que cada vez hay más silvestres, “como canarios y otros”, en parques, ramblas y demás, como los de Santa Cruz de Tenerife. Entre otras cosas, esto lo achaca a que “los insecticidas son ahora menos dañinos que antes, usan más sustancias naturales y no son tan mortíferos, aparte de que ya no se fumiga como antes en las carreteras”.
Eso sí, aún no tienen informes sobre los efectos del último incendio en Tenerife y teme que haya afectado mucho, si bien se felicita por el “alto número de pinzones azules en el Sur que estamos viendo”.
Morales, que agradece el “gran apoyo” de los últimos años de instituciones como el Cabildo tinerfeño (“la verdad es que no nos podemos quejar”), destaca la buena evolución que ha habido en el cuidado de los pájaros y las revisiones periódicas que se hacen, manteniéndose la esperanza de vida de los que viven en cautividad de 8 a 10 años. Eso sí, asegura que, si atendieran con detalle a lo que cuesta mantener a pájaros al año en sus propios domicilios, “no nos meteríamos en esto. Si analizamos los costes, nos borramos y no seguiríamos en esto; lo hacemos por simple afición y, en muchos casos, por herencia de padres y abuelos”.
Además, explica que el covid sí afectó en cuanto a los concursos y certámenes, “aunque se están recuperando”. No obstante, sí ha notado una reducción en la participación de canarios en campeonatos nacionales o mundiales, pese a los muchos éxitos que logran, por las mayores exigencias para viajar en avión, lo que hace que se opte más por el barco. “Por eso, y porque los pájaros acaban sufriendo tras dos días y pico para llegar a la Península, a lo que se suma los viajes luego por tierra, muchos preferimos no concursar fuera desde hace unos años”.