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El ‘milagro’ para promocionar el Sur cumple 50 años

En los años 70, el personal de los hoteles se iba a buscar al tomate. El Sur despegó tras la apuesta de la familia Puig y la llegada de la autopista, el aeropuerto y el Patronato de Turismo

El turismo en el sur de Tenerife se hizo de manera artesanal. Casi puerta a puerta. O sin el casi. Puerta a puerta de verdad. Si hoy puede parecer algo tan característico como el respirar, la realidad es que tardó en despegar.
Resultó clave la decisión del industrial catalán Rafael Puig Llivina y su hijo Santiago Puig en 1965, año en el que aterrizaron en la Isla y decidieron jugársela, apostando por la creación en el Sur de un gran núcleo turístico en donde hasta ese momento solo existía un erial. Aquel paso fue decisivo para el nacimiento de Playa de Las Américas, hoy uno de los principales destinos turísticos europeos.
Estaba Puerto de la Cruz, donde iba la mayor parte de los turistas. Los peninsulares no venían a Canarias y, salvo una pequeña comunidad nórdica en Los Cristianos, el Sur era tomatera. El verano se empezó a llenar gracias a los visitantes españoles. Y en esa labor se esforzó el Patronato de Turismo de Tenerife, que acaba de cumplir cincuenta años, y la voluntad de los hoteleros y directores de hotel, que iban en guagua, de ciudad en ciudad, en las denominadas ibéricas, tocando a las puertas de las agencias de viajes. Así se impulsaron las campañas de promoción de los hoteles.
En 1973 se creó en Tenerife en primer Patronato de Turismo de España. En 1975 se realizó la primera estadística sobre la llegada de visitantes, que arrojó 1.100.000 turistas. Ahora son más de cinco millones.

TEN-BEL

Antes de eso estaba Ten-Bel desde 1964, que fue un ejemplo y marcó una época, abriendo camino. Fletaba aviones desde Bruselas a Los Rodeos, llevando en guaguas y taxis a los turistas hasta Costa del Silencio. Hay que tener en cuenta que el viaje desde Santa Cruz a Los Cristianos era más de tres horas. Y no por las colas. “Ten-Bel fue la cátedra, el destino por excelencia”, explica quien fuera su director general, Eduardo Solís.
“El Sur estaba en sus inicios. En Tenerife solo teníamos Puerto de la Cruz, que era muy fuerte. En el Sur, Punta del Rey, en Caletillas, y Las Arenitas”, añade. La creación del Patronato de Turismo, el aeropuerto y la autopista empujan el desarrollo de una comarca que, antes, quedaba demasiado lejos, era demasiado pobre y estaba demasiado aislada.
Escalonadamente, la comarca se va imponiendo en el sector turístico: de 1,1 millones de visitantes se pasa a 1,2 millones en 1980, a 1,5 millones en 1982 y a casi 3,5 millones algo más tarde, en 1993. Las cifras las ofrece Gloria Salgado.
Quienes crearon esta historia de éxito conforman una vasta lista de personas, entre los que se cuentan el citado técnico de empresas y actividades turísticas Eduardo Solís, exgerente de la patronal hotelera, Ashotel, y exdirector general de Ten Bel; la propia Gloria Salgado, exdirectora de Promoción del Patronato de Turismo de Tenerife entre 1976 y 2008; y el exdirector de diferentes hoteles -como el Botánico- y director general de empresas alojativas en Canarias, Isidro Dardiñas.

ASOCIACIÓN CALÍNICO

Todos ellos forman parte de la asociación Calínico, Hoteleros por Tenerife. Y, desde su propio testimonio, lamentan la escasa atención prestada al cincuenta aniversario de la creación del Patronato de Turismo de Tenerife en 1973. En ese tiempo, el presidente del Cabildo era Andrés Miranda y José Sabaté, del patronato. Hoy este organismo no existe. Fue el precursor de Turismo de Tenerife.
Isidro Dardiñas fue muchos años director de hoteles emblemáticos en Playa de las Américas. Eran tiempos en los que no había aeropuerto en la Comarca -actual se hizo tras el accidente de Los Rodeos, en 1978- y la economía giraba en torno a la agricultura.
“Cuando era director del Bouganville Playa, no había trabajadores en el turismo. A buscar el personal iba yo mismo por las tomateras del Sur ofreciendo mil pesetas más de salario que lo que cobraban allí”, explica acerca de cómo era el sector.
Dardiñas recuerda el famoso viaje que la actriz Liz Taylor y su marido Richard Burton, también intérprete, realizaron a Tenerife a principios de esa década. Dicen que se sintió decepcionada y que ordenó vender los terrenos que había comprado.
“Se empezaron a trazar las carreteras y a urbanizar los terrenos. El primero en comprar fue Cándido García Sanjuán, que construyó el Gran Tinerfe. Lo inauguró el entonces príncipe Juan Carlos en 1975”, añade.
Más tarde llegó el Europe, que acabó derruido como consecuencia de la aluminosis, y “otra de las construcciones pioneras llegaría en 1978 con el Bouganville Playa, que construyó el señor Sarti y que era el mayor de Canarias, con 500 habitaciones”, asegura.

CAMPAÑAS IBÉRICAS

Salgado, por su parte, fue de las primeras técnicos del patronato, tras aprobar la oposición, desde 1975 hasta su jubilación en 2010.
“Las campañas ibéricas las hicimos por el bajón que pegaba el turismo en verano y se puso una semilla muy importante. Hacíamos muchísimos kilómetros en carreteras, de ciudad en ciudad. Era un trabajo artesano”, asegura, para comentar que “era como un circo. Hacíamos cada día una ciudad y esas campañas de promoción eran una novedad. No me quiero olvidar de Europalia en el año 1985, con el Carnaval de Tenerife en Bruselas y en Amberes. Conseguimos en aquel momento llamar mucho la atención”.
“Por todo ello me siento muy feliz de ver ese poderío que tiene hoy el Sur, que ha sido algo irrepetible. Conseguir lo que se consiguió…”, rememora.
Los tres -Salgado, Dardiñas y Solís-, no obstante, lamentan el escaso protagonismo institucional de los cincuenta años del Patronato, que ha sido una historia de éxito.

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