tribuna

La Guancha: 100 años o la vida de una banda en concierto imborrable

Por Salvador García. | Todo un acontecimiento para un pueblo en el norte de Tenerife como La Guancha siempre cerca de la cultura y donde primero llegó la música, en 1924, que la carretera siete años después. Ahora llega el centenario celebrado con un concierto extraordinario con enorme calidad interpretativa y con un público entregado- más de 700 personas- en un lugar poco apropiado como el Pabellón Deportivo hasta la llegada al nuevo Centro Cultural Unión y Fraternidad -el viejo Casino de tanta categoría cultural y recreativa- y que ya necesita el “levántate y anda” de su terminación final.

La música y la nostalgia, el recuerdo y la pasión, fueron las notas dominantes de un concierto para quedar como oro en paño en la memoria colectiva pues no faltó nada: una banda entregada a su director y 69 componentes con 35 mujeres y 34 hombres (la mujer llegó a la banda 61 años después de su nacimiento, nada insólito en tiempos de oscuridad), tres directores, con un antes y un después, con la batuta como símbolo de la unidad y de que esto es de todos y un programa formidable.

Desde el arranque emocionado del pasodoble Don Domingo, que nos llevaba al cura fundador y al alumno que siguió: el querido Juan Luis Reyes hasta un coro de niños de 3 a 9 años que deleitaron con un Sonrisas y lágrimas y la voz y la dirección de una clarinetista de la Banda, Blanca Hernández León. Y después la zarzuela con dos excelentes cantantes como Javier Jonás Díaz Hernández y Cristina Farrais con la música de Moreno Torroba. Más tarde, obras profundas y arrebatadoras con la banda como conjunto completo, con fuerza y temperamento. Y el poema sinfónico Entre el viento y el mar, obra de estreno y primer premio del Concurso de Composición Al Centenario, de David Beltrán: toda una maravilla de suavidad y rotundidad y la Banda dando el do de pecho…y de alma.

La noche no dejó de olvidar el XXXI Memorial Juan Luis Reyes, aquel hombre entrañable y clave en el discurrir de la Banda y con la presencia de sus familiares y también la entrega del Ancla de Oro 2023 a tres músicos con más de 60 años en la agrupación como Felipe Falcón, Juan José Herrera y Fernando Quintero. Y ahora la emoción de quién esto escribe al ver en la página 57 de mi libro La Banda en la vida juntos en la misma foto a tres músicos inolvidables como fueron Felipe Velázquez, Jorge Felipe y el último – fallecido en 2023- Martin Espinosa.

¡Cómo pasa el tiempo! ¿Son muchos 100 años? Nada, casi una gota de agua en el océano del tiempo, pero es mucho para una agrupación que contra muchos vientos y algunas mareas ha arribado viva, después de numerosas singladuras, a sus 100 años de fructífera y educativa existencia. Sí, hay perspectiva para comprobar sus efectos en la vida cotidiana porque todos, en La Guancha, estamos “contaminados” – en el sentido positivo de la palabra, dixit Pedro Guerra- por una razón u otra por el discurrir brillante, llama luminosa de cultura en tantas noches negras, de unas gentes – los músicos, las músicas, los directores, los directivos de todos los patronatos- que como la canción, golpe a golpe, hacen camino al andar y ofrecen cada día – en su plausible Escuela de Música- y más tarde en conciertos, procesiones, salidas, viajes, actos, grabaciones de discos y CD … todo el excelente discurrir de un trabajo bien hecho y mejor elaborado. Y a destacar que no solo son músicos y músicas, sino personas que han formado parte de la vida de la banda pues desde siempre desde los tiempos del cura orotavense don Domingo Hernández, el fundador, al que tuve la suerte de entrevistar, en 1979, cuando contaba 87 años y 63 de sacerdote.

Era tío de Jesús Hernández Perera, gran catedrático de Historia del Arte aquí y en Madrid y después rector de la ULL. También era tío- abuelo de Manuel Hernández González, catedrático de la Universidad de La Laguna y prologuista de mi libro. Y como olvidar al siempre presente don Juan Luis Reyes, a la etapa brillante y cambiante de Anatael Mesa Quintero, al fruto sazonado del siguiente director, Juan Antonio Hernández, hasta llegar al actual, Jesús Agomar González Guillama, un todoterreno musical (compositor, arreglista, director) joven y preparado, con gran sensibilidad y mucha imaginación al poder llegando incluso a los dorados escenarios del cine, en Hollywood.

Además, la banda siempre ha dejado estela de admiración y buen comportamiento, de exquisita educación y de sentido común. Y eso es como una soga que se aferra a las manos de cada integrante y ha pasado de unos a unos, como una carrera de relevos, de viejos a jóvenes, de niños a mayores, pero que siempre lleva la etiqueta de estar, de ser, de demostrar ser bien educados en cualquier lugar y circunstancia. Y de bien nacidos es decir el orgullo que se siente de que las semillas estén bien plantadas, los árboles echen flores y se sigan cumpliendo años con orgullo y sabiduría. Y las medallas de oro del Ayuntamiento guanchero y del Cabildo de Tenerife son un fiel reflejo.

Yo les escribí el libro La Banda en la vida. Crónica de 90 años (1924-2014) con 355 páginas y muchas fotografías. La Banda en la vida y no solo la vida de la Banda. Un libro de historia con historias, de personas y personajes, de humor y amor, de ironía…con recuerdos como la primera salida a Los Realejos en un pueblo sin carretera o el viaje a La Gomera, en 1935, en un barco pesquero, el despliegue multicolor de viajes a todas las islas y la Península hasta culminar en el Teatro Campoamor de Oviedo representando a Canarias

Este concierto extraordinario ya estará en los mejores anales de la banda, recuerdo imborrable, camino entre el pasado que se fue y el futuro por descubrir. Esperanza es la palabra clave: esperanza para continuar la estela de un tiempo nuevo. En hora buena ¡enhorabuena!

* Salvador García, Cronista Oficial de La Guancha

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