Dos activistas ecologistas han tirado este domingo sopa sobre el cuadro de La Mona Lisa, en el Museo del Louvre, París, para “denunciar un sistema agrícola enfermo” y promover el “derecho a una alimentación sana y sostenible”, según ha informado la AFP (Agence France-Presse).
El icónico cuadro de Leonardo da Vinci ha sido objeto de vandalismo en múltiples ocasiones a lo largo de los años, el último de ellos en mayo de 2022 cuando fue blanco de una tarta. Para prevenir futuros ataques, en 2005 se instaló un cristal antibalas que protege la obra de arte.
Numerosos ataques
Otro ataque tuvo lugar en 1956, un hombre con problemas mentales lanzó una piedra que rompió el cristal de protección y causó daños en la pintura, especialmente en el codo izquierdo de la Mona Lisa. A pesar de la restauración, los rastros de estos daños todavía son visibles.
En 1974, una mujer arrojó pintura al cuadro durante una exhibición en el Museo Nacional de Tokio, Japón, en protesta contra la política del museo que dificultaba el acceso a personas discapacitadas.
En 2009, una mujer rusa lanzó una taza contra la pintura como protesta por la denegación de su solicitud de ciudadanía francesa, pero el cuadro no sufrió daños.
ALERTE – Des militantes pour le climat jettent de la soupe sur le tableau de La Joconde au musée du Louvre. @CLPRESSFR pic.twitter.com/Aa7gavRRc4
— CLPRESS / Agence de presse (@CLPRESSFR) January 28, 2024
Otras obras atacadas
La lista de obras de arte destacadas que han sido objeto de ataques intencionados, al margen de los daños causados durante conflictos armados, es lamentablemente larga y sigue creciendo en los últimos tiempos.
En 2022, se registraron varios incidentes de este tipo, incluyendo el mencionado ataque con una tarta a la Mona Lisa, así como el pegado de manos a La primavera de Sandro Botticelli en la Galería de los Uffizi de Florencia o el lanzamiento de sopa de tomate contra Los Girasoles de Vincent van Gogh en la Galería Nacional de Londres.
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