Acabados los Carnavales, le toca el turno al campo canario, que con buen criterio postergaron sumarse a las protestas a nivel nacional hasta la finalización de las fiestas de Don Carnal, que particularmente en Santa Cruz de Tenerife paralizan cualquier tipo de actividad y hubiera sido hasta contraproducente para sus intereses pretender interferir en las mismas con cualquier tipo de reivindicación.
Así, mientras numerosas regiones y ciudades del país han vivido en días pasados las ‘tractoradas’, ahora le toca el turno a Tenerife. Será, en principio, el próximo sábado, 24 de febrero, cuando el sector primario de la Isla salga a protestar ante la situación que vive el campo canario.
La manifestación comenzará a las 11.00 horas desde uno de los laterales del Recinto Ferial de Santa Cruz de Tenerife con un recorrido aún por conocer, aunque se prevé que discurra por el centro de la ciudad. Asimismo, está programada la lectura de reivindicaciones en el santacrucero Mercado Nuestra Señora de África.
Según el secretario general de la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Canarias (Asaga), Theo Hernando, se esperan unos 50 vehículos, ya que “los productores de municipios cercanos traerán tractores y camiones, y también se unirán ganadores con sus animales”. Para los ciudadanos que se unan a las protestas, aseguró que se les entregará fruta.
En Gran Canaria, la manifestación será el miércoles 21 de febrero, también a las 11.00 horas. Los agricultores partirán desde Presidencia del Gobierno y terminarán en la Plaza de la Feria, frente al edificio de Delegación del Gobierno, con la lectura del manifiesto.
Respecto a La Palma, queda en el aire la fecha de las protestas, aunque en principio están convocadas para el martes 20 de febrero.
Ya el pasado jueves las organizaciones agrícolas Asaga Canarias y Coag-Canarias lamentaron en una comparecencia conjunta ante la comisión de Agricultura del Parlamento el “calvario” de la burocracia, la fuerte subida de los costes de producción, la caída de la renta y el impacto que tiene la Agenda 2030 en el sector primario.
“Estamos a punto de tirar la toalla porque no podemos soportar más presión”, ha señalado la presidenta de Asaga, Ángela Delgado, quien ha señalado que el malestar ya proviene desde 2020 porque “la situación estaba mal” y ahora hay “más rencores” y se han maximizado los motivos para salir a las calles.
Apuntó entonces Delgado que no logran “cubrir gastos” y por ello no hay relevo generacional garantizado dado que los jóvenes “no ven futuro” porque las explotaciones no ganan dinero, al tiempo que se está “descabalgando” a los veteranos, que “son incapaces” de “rellenar tanta burocracia”. “¿Sirve de algo?”, se preguntó.
Delgado insistió en que el “exceso de burocracia” ha hecho que el campo “se llene de construcciones ilegales” porque las leyes no funcionan “o se saltan a la torera”, a la par que cargó también contra la “competencia desleal” de terceros países ya que la UE “protege” el medio ambiente europeo y eso ha acabado por convertir a agricultores y ganaderos en “delincuentes”. “Se nos está criminalizando”, ha agregado.
Así, Degado rechazó la “radicalización” de la Agenda 2030 y el empeño del Gobierno central en adelantar plazos y ser “más eco y más papista que nadie”, lo que ha impulsado “el desastre” actual en el campo.
En esa línea, se preguntó la empresaria si la sociedad puede permitirse “el lujo” de quedarse sin sector primario pues “la tecnología se viene abajo” si se pierde la producción de alimentos. “Un país inteligente, una UE inteligente es la que protege al sector primario, es la base de todo lo demás”, ha destacado.
Delgado dijo durante aquella comparecencia que era un “grito de auxilio” para que el Parlamento se sumase a la movilizaciones de este mes en el Archipiélago y sin “colores políticos”, hasta el punto de que pidió a diputados y a los propios agricultores y ganaderos que “se quiten la camisa del color político y los prejuicios” y se pongan “la camisa de agricultores y ganaderos”. Para ello puso como ejemplo de la situación que el sector platanero “está hundido”, con precios que no cubren costes, en torno a los 0,30 céntimos por kilo cuando es “un motor” de la economía canaria.
Asimismo, Delgado pidió “prioridad” para el desarrollo de las infraestructuras hidráulicas porque hay un “cambio climático” y hay que adelantarse con un “cambio cultural” para “ahorrar agua”, de ahí que confíe en el éxito de la ‘mesa de la sequía’. Con todo, se mostró algo pesimista con el futuro -”no sé como se arregla esto”- ya que se ha perdido productividad y posicionamiento en el mercado. “Cuando no haya producción en Canarias vamos a comer al precio que los de fuera quieran poner, y somos un puntito en el océano muy lejos que no le importa a nadie, somos un destino basura en alimentación”, indicó.
Hemeroteca
Publicidad
Esquelas