puerto de la cruz

La medida que Manrique no contempló para el Lago Martiánez

El Ayuntamiento estudia la posibilidad de limpiar el complejo de piscinas con agua de mar en lugar de utilizar la red pública; para ello es necesario una maquinaria específica

El compromiso con el ecologismo y la protección del medio ambiente, el paisaje y la cultura local caracterizan la filosofía y la obra del artista lanzaroteño César Manrique, responsable del diseño del Complejo Turístico Costa Martiánez, más conocido como Lago Martiánez, una admirable obra de ingeniería, declarada Bien de Interés Cultural (BIC) en 2005 con categoría de Jardín Histórico.

Ubicado en el litoral del Puerto de la Cruz, este conjunto de piscinas artificiales se llena con 27.000 metros cúbicos de agua salada que se extraen directamente del mar pero que desde que fueron construidas se limpian con agua potable. Una medida que Manrique no contempló en ese momento pero que en la actualidad adquiere relevancia debido a la alerta en Tenerife por la escasez de agua derivada de la sequía.

“Son aspectos que no se consideraban en ese momento, pese a que está dentro de su filosofía de tratar de aprovechar la mayor cantidad de recursos naturales posible. Por eso tenemos en cuenta hasta la manera de emplear la lejía, que se hace con un pulverizador para usar solo la cantidad imprescindible”, apunta el gerente de Turismo de Puerto de la Cruz y al mismo tiempo del recinto, Emilio Zamora.

Aunque no es mucha cantidad que se necesita para limpiar las seis piscinas al contar con una hidrolimpiadora a presión, tanto la gerencia como el Ayuntamiento estudian la posibilidad de emplear agua de mar para acometer esta tarea dado que en la coyuntura actual supondría un ahorro importante a la red pública, confirma Zamora. Para ello, es indispensable adquirir maquinaria específica que resista al agua salada o fabricarla porque el ambiente marino “corroe todo y eso dispara el presupuesto”. Ese fue el caso de la jaula de hormigón que se adquirió recientemente para el nuevo sistema de filtrado, a la que se añaden las distintas tuberías realizadas en un material con especial resistencia a la acción del mar.

“Estamos en esta fase del proyecto, buscando la maquinaria en coordinación con la Concejalía de Obras y Servicios para poder afrontar el coste”, añade. Una vez que se concrete este paso serán los técnicos del Ayuntamiento quienes analizarán si su adquisición es viable o no para las arcas municipales.

Al gerente le cuesta entender “cómo en casi 50 años esta posibilidad no se le ocurrió a nadie, sobre todo durante la reforma que se hizo en el año 2006, que incluyó la construcción de un aljibe para agua potable pero no para agua de mar”.

El contacto entre el Ayuntamiento y la Fundación César Manrique, encargada de preservar los trabajos del artista, es muy fluido. “En el caso del tratamiento del agua no implica ninguna intervención en la obra del artista, consultamos cosas que estéticamente puedan afectarla”, precisa Emilio Zamora.

Un ascensor integrado en el entorno

Sí lo hicieron con la obra del ascensor de la Isla del Lago, una instalación “parecida a la que hay en un hospital”, que no guardaba relación con el entorno y alejada de la impronta del escultor lanzaroteño.

Para cambiar esta situación, se consensuó con la Fundación una solución más acorde, como fue la de construir a su alrededor una garita integrada en el complejo. Una vez que se pueda ejecutar el presupuesto de 2024 se pondrá en funcionamiento, adelanta el gerente.

En este sentido, considera que “si César estuviera vivo querría que la mayor parte de personas pudiera disfrutar de su filosofía, que incluye el respeto al medio ambiente y a la naturaleza, con lo cual, estaría totalmente de acuerdo”.

En mayo del pasado año se cerró al público la zona del Lago para iniciar las obras de reforma de la sala de máquinas, la primera que se realiza en el complejo desde su apertura, en 1977, una actuación que se extendió porque también conllevó actuaciones submarinas que dependieron del estado del mar para poder realizar las maniobras en condiciones de seguridad de buzos especializados.

“Es verdad que se han producido retrasos”, admite el alcalde, Marco González, en un comunicado, “pero siempre han sido resultado de seguir los procesos que acompañan a las obras de este calado en un entorno económico además con continuas subidas de precios de los materiales”, agrega el mandatario.

Últimas pruebas de llenado y vaciado tras la llegada de las nuevas válvulas

Ayer se inició el proceso de pruebas tanto de llenado como de vaciado de la nueva instalación, que ha estado sometido a las obras de renovación integral, incluida la sala de máquinas que presta servicio en el Complejo Turístico Costa Martiánez.

Las nuevas válvulas de admisión e impulsión procedentes de Alemania y hechas a medida, llegaron el martes y completan la infraestructura mecánica necesaria para que, superado este período de prueba con éxito, se pueda abrir el Complejo en su totalidad. De forma paralela, también se ultiman en el Ayuntamiento los trámites administrativos para cumplimentar la segunda modificación del proyecto de esta obra, la de mayor presupuesto que ha licitado con recursos propios en toda su historia.

“Asumimos por responsabilidad y compromiso con el Complejo diseñado por César Manrique una obra compleja después de 46 años de vida de la antigua instalación a la que sustituye y encaramos esta recta final con el ánimo de ponerla a disposición del público lo antes posible”, subrayó el alcalde, Marco González.

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