El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife acometerá el próximo año las obras para reforzar dos de los puentes que sortean el barranco de Santos, concretamente los denominados B y C, que se encuentran bajo la plaza de Europa y la avenida Marítima capitalina, respectivamente. El proyecto para la ejecución de estas obras, que supondrá una inversión de 2,7 millones de euros, aprobado ayer en la Junta de Gobierno municipal y se ha adjudicado a la empresa Trazas Ingeniería.
El concejal de Infraestructuras, Javier Rivero, indicó que “se trata de dos expedientes que se habían llevado hasta el momento por separado, pero, ahora, se han unificado para proceder a la remodelación inferior de las estructuras de ambos puentes, por lo que habrá consecuencias puntuales en la superficie que afectarán al tráfico rodado de la avenida Marítima, y para lo que, en su momento, se hará un plan de trabajo con la intención de que las obras afecten lo menos posible a la circulación”.
El edil detalló que el objetivo de la intervención, que se realizará de manera independiente porque cada puente tiene estructuras y materiales diferentes, “es evitar problemas futuros en ambas infraestructuras críticas, que conectan el municipio con Anaga por la costa y con el resto de la ciudad. Por tanto, si no existieran o se detectare algún problema futuro, todo el tráfico tendría que derivarse por las Ramblas, lo que sería perjudicial para la capital”.
El paso de los años, la cercanía a la costa y su afección por las avenidas del barranco más la subida de las mareas, a lo que se suma el denso tráfico rodado que soporta el puente ubicado bajo la avenida Marítima, ha llevado al Ayuntamiento a impulsar estas obras desde el próximo año, intervención que consistirá “en la reparación estructural de la parte inferior de los tableros, en los que se procederá a remodelar los pilares para que mantengan y refuercen la capacidad de carga”, subrayó Rivero.
Asimismo, “se ejecutará un remozado de todo el tablero completo en ambos puentes, por lo que las soluciones técnicas diferirán entre ambos. No serán trabajos que estén a la vista de la ciudadanía, porque se llevarán a cabo por debajo de la superficie, con unas obras complejas y especializadas cuyo plazo de ejecución también dependerá de las mareas. Se procederá a la renovación estructural y al refuerzo de los puentes que, en su fase final, sí contará con un trabajo superficial que afectará al tráfico de la avenida Marítima”.
Cabe recordar que, a finales de 2022, el Ayuntamiento procedió a la rehabilitación del puente de Bravo Murillo, sobre el que circula el tranvía. Una intervención que buscaba abordar el deterioro que presentaba la estructura que soporta la plataforma de la avenida y que podía llevar a su colapso.
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