Con motivo del Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, el Parlamento de Canarias acogió ayer una jornada organizada por la Asociación Apanate con el objetivo de visibilizar el TEA, alejar los mitos y acercar a las personas que lo padecen a la sociedad.
La gerente de Apanate, Victoria Gómez, afirmó que, “mientras el modelo de financiación no cambie, no podemos crecer más”. “El 37% de nuestros ingresos provienen de subvenciones inestables”, que muchas veces se confirman a final de año, “la situación es insostenible. No podemos tener usuarios ‘con suerte’ de entrar en un recurso, tenemos que generar una red que atienda a todos a lo largo de todo su ciclo vital”.
La presidenta del Parlamento, Astrid Pérez, instó a “lograr diagnósticos más tempranos” para las personas con Trastorno del Espectro del Autismo (TEA) que posibiliten una “atención especializada” desde los primeros años. “Cada historia de autismo comienza con una evaluación y un diagnóstico que lamentablemente no siempre llega tan pronto como debería. Por eso, la atención temprana es clave para avanzar hacia un futuro mejor”.
El 1% de la población es autista. En España, hay 470.000 personas aproximadamente y, en Canarias, unas 22.000. Sin embargo, y a pesar de estar “muy presente”, es una “gran desconocida”, lo que “repercute de manera negativa en su calidad de vida y en su plena inclusión”.
Pérez indicó que el autismo es “una forma diferente de sentir, de vivir y de relacionarse con las personas y con el entorno”. Además, “no hay una única forma de autismo”, pues se manifiesta de “maneras muy diferentes y es un trastorno muy variable, único en cada persona”, por lo que “la individualización debe ser una premisa obligatoria”, dado que “nunca podemos dar por hecho que lo que ha funcionado en una persona con TEA puede funcionar en otra”.
Agradeció a Apanate y a las demás asociaciones y entidades de Canarias que, “de manera ejemplar, trabajan por la integración y el bienestar” del colectivo, animándoles a “continuar con la complicada labor” que realizan e instó a las Administraciones Públicas a “seguir ayudando a estas entidades y a garantizar que las personas con TEA puedan acceder a los servicios y apoyos que necesiten”.
Inclusión
Recalcó que “la inclusión debe convertirse en una realidad, en un compromiso diario, serio, de aceptación, de respeto por la diversidad y el apoyo a las personas y entidades. El objetivo es que las personas con autismo tengan infinitas posibilidades de un futuro mejor”, finalizó.
Mientras, la viceconsejera de Igualdad y Diversidad regional, Cristina Arceo, afirmó que una de las mayores barreras “es la falta de comprensión y de aceptación” por parte de la sociedad. Resaltó que esta jornada “desafía esas percepciones que son erróneas y construir un mundo más inclusivo”. Además, apostó por reforzar el compromiso de las administraciones “con hechos, no solo ofreciendo ayudas y subvenciones”.
Por su parte, la directora de Acción Social del Cabildo de Tenerife, Yolanda Baumgartner, puso en valor el trabajo que realiza Apanate apoyando a las personas con TEA e incidió en la importancia de “visibilizar las necesidades de este colectivo, favorecer su inclusión y también promover la igualdad de oportunidades”. Expresó el compromiso del Cabildo para seguir colaborando con Apanate.
No podemos crecer
Gómez recordó que la asociación nació hace 29 años gracias a un grupo de padres en la Universidad de La Laguna. Actualmente más de 200 familias y socios protectores forman parte de Apanate, que cuenta con 90 trabajadores y trabajadoras y con unas 270 personas beneficiarias con edades comprendidas entre los 18 y 60 años.
Recalcó que “no hay plazas en centros de día, ni en un centro ocupacional, ni hay vivienda especializada para personas con autismo”. De hecho, en la actualidad, “casi ninguna de las personas que esperan entrará en los servicios en 2024”, lamentó.
Cruda realidad
En ausencia de la incombustible Carmen Díaz, Gómez fue el altavoz de la “cruda realidad”: “Atendemos a 270 usuarios que ‘han tenido suerte’, pues contamos con una lista de espera dramática”, alertó. En Atención Temprana trabajan con 33 niños y niñas menores de 6 años, y hay en espera otros 52. Por su parte, la espera supera los 60 menores y jóvenes hasta 21 años en el servicio de capacitación y apoyo donde se trabaja su habilidades y se ofrecen a las familias pautas para comprenderles. Además, hay en espera 35 adultos con apoyo menor para trabajar en su orientación y acompañamiento en la vida independiente.
Por su parte, el Centro de Día de Apanate beneficia a 40 usuarios de 18 a 55 años, con un itinerario personalizado de actividades según sus necesidades. Las familias creen prioritario abordar la creación de recursos residenciales. Mariluz, madre de Fernando (42 años), reconoció que “mi sueño es que llegue la vivienda o residencia hogar, donde pueda continuar con calidad de vida cuando ya no esté”.