El presidente de la patronal hotelera de la provincia de Santa Cruz de Tenerife, Ashotel, Jorge Marichal, ha denunciado este miércoles que en uno de los establecimientos que regenta ha recibido llamadas de clientes extranjeros preguntando “si es seguro” viajar a Tenerife.
En declaraciones a Cope Tenerife recogidas por EFE, Marichal ha advertido de que “estamos jugando con el modus vivendi de nuestra sociedad” al aparecer “en las televisiones en prime time” y en medios de comunicación británicos “con mensajes turismofóbicos”.
Y todo eso, ha proseguido, “espoleado por dos señores que piensan diferente”, en referencia a los colectivos que han convocado diversas movilizaciones en Canarias el 20 de abril para pedir un cambio en el modelo turístico actual, a los que respeta “un montón” pero a los que le gustaría “poderles explicar lo que están haciendo y las consecuencias que esto puede tener”.
Se ha puesto en la piel del turista británico o alemán que ve algunos reportajes publicados estos días y ha considerado normal que se planteen viajar a Canarias si saben que los van a recibir con “carteles en los aeropuertos” con mensajes de que “no me quieren”.
El presidente de Ashotel ha opinado que los activistas que han anunciado una huelga de hambre si el Gobierno de Canarias no suspende de forma definitiva las obras del hotel La Tejita y del complejo Cuna del Alma están “totalmente desenfocados” y los ha acusado de “populistas”.
Ha recalcado que las promotoras de ambos proyectos tienen “unos derechos consolidados (…) por mucho que -alguien- se suba a una grúa o se ponga en huelga de hambre”.
En cuanto a las reivindicaciones de un cambio de modelo y de medidas como una moratoria turística, Marichal se ha quejado de que “la gente no entiende” que hay menos establecimientos hoteleros y extrahoteleros que hace diez años aunque las camas han aumentado un 2%, y ha atribuido a las 220.000 plazas de viviendas vacacionales habilitadas en este periodo problemas como las colas en las carreteras o el encarecimiento de los alquileres.
“Es normal que haya este cierto malestar entre la población”, ha dicho Marichal, quien siente “mucha pena” porque “la gente confunde el mensaje. No tenemos que ser turismofóbicos sino exigir que las infraestructuras estén acordes con el modelo turístico que ha cambiado por la irrupción de plataformas como Airbnb”, ha aseverado.
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