Por Jorge Morales (Efe).| Las ocho islas de Canarias acogen este sábado sendas manifestaciones para exigir un nuevo modelo turístico y servirán para medir el descontento social frente a diferentes problemas, desde los altos índices de pobreza hasta la falta de vivienda o la masificación de carreteras y espacios naturales. Lo que empezó como una iniciativa más en Tenerife contra el turismo masivo ha ido adquiriendo tintes de cita histórica, al extenderse a todo el Archipiélago y a varias capitales peninsulares (Madrid, Barcelona, Granada y Málaga) y europeas (Berlín, Londres y Ámsterdam).
La intención de los colectivos ecologistas y ciudadanos que han organizado las movilizaciones al margen de los partidos políticos es replicar la capacidad de convocatoria de otras manifestaciones masivas en las Islas. Una de ellas fue la de 2002 en Tenerife contra la instalación por parte de Unelco-Endesa de un tendido eléctrico en la corona forestal de la Isla, con torres de alta tensión atravesando varios parajes protegidos. Más de 100.000 personas salieron entonces a la calle.
En 2014, se celebraron manifestaciones simultáneas en todo el Archipiélago en contra de las prospecciones petrolíferas que Repsol planeaba realizar frente a las costas de Lanzarote y Fuerteventura. En ambos casos, el rechazo popular logró que esos proyectos encallaran.
Los colectivos y las asociaciones ecologistas de la plataforma Canarias se agota demandan una ecotasa, un cambio profundo en el modelo turístico que empiece por la conservación de los espacios naturales, una moratoria turística y del alquiler vacacional y la regulación de la compra de vivienda por extranjeros. Además de convocar las manifestaciones del 20A, varias de sus integrantes iniciaron una huelga de hambre el 11 de abril para exigir la paralización de la construcción de un hotel en La Tejita (Granadilla), cuyas obras se reanudaron en febrero, y el complejo de villas Cuna del Alma (Adeje), sobre el que pesan dos órdenes de suspensión por iniciarse los trabajos sin el informe de impacto ambiental.
Este movimiento ha ido concitando todo tipo de adhesiones por la transversalidad de sus reivindicaciones, desde colectivos profesionales a sindicatos, investigadores universitarios y personajes del ámbito del entretenimiento. Esto ha llevado a modular el discurso de ciertos partidos, tanto en el gobierno como en la oposición.
El PSOE ha pasado de posponer la aplicación de una tasa turística cuando Ángel Víctor Torres lideraba el Gobierno cuatripartito, junto a Unidas Podemos, Nueva Canarias y Agrupación Socialista Gomera (si bien es verdad que tras un cero turístico por el COVID), a exigirla al nuevo ejecutivo de CC y PP (más ASG y AHI). A ojos del Gobierno regional, las manifestaciones pasaron en cuestión de días de ser un ejército de turismofóbicos que podría asustar a los clientes de los mercados europeos a “una oportunidad” para “reflexionar” sobre el modelo turístico.
Fernando Clavijo ha pedido a los empresarios turísticos, como había hecho en la última edición de Fitur, un aumento de los salarios y una redistribución de la riqueza que genera la principal industria canaria y que “explota algo de todos: nuestro sol, nuestro paisaje, nuestras maravillosas islas”. Estas palabras han soliviantado a las patronales, que recuerdan las promesas electorales de CC y PP de una rebaja fiscal que no acaba de materializarse bajo el pretexto de la “incertidumbre”, al abrirse a debatir sobre la ecotasa.
Clavijo y Torres se posicionan: oportunidad o llamada de atención
El actual presidente del Gobierno autonómico y su antecesor en el cargo se han posicionado en la víspera de las manifestaciones convocadas bajo el lema Canarias tiene un límite. En el marco de un foro de Europa Press, Fernando Clavijo (CC) saludó esta “oportunidad” para “cambiar las cosas” en las Islas, pero negó que vaya a ser “un antes y un después”. Con el deseo de que “todo vaya bien” en las marchas ciudadanas, exteriorizó su confianza en que se aproveche esa “ventana”.
El ministro Ángel Víctor Torres (PSOE) lo emplazó a tomar nota y le tendió la mano para promover mejoras en esta materia. Desde Telde, opinó que el 20A supone “una llamada de atención” al Ejecutivo regional. Reiteró que coincide con algunas de las reivindicaciones, como la implantación de una ecotasa. Sin embargo, censuró que un grupo de activistas se plantara delante del domicilio de Clavijo, en La Laguna, y cuestionó la huelga de hambre.