Alerta alimentaria en España por la presencia de metales pesados en estos calamares: piden que no se consuman

El Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos (Rasff) de la Unión Europea divulga diariamente informes sobre incidentes relacionados con la detección de contaminantes o productos en mal estado dentro del territorio europeo. Este sistema sirve como herramienta informativa para que las autoridades alimentarias tomen medidas adecuadas antes de que los productos lleguen a los consumidores.

Recientemente, el Rasff ha comunicado un nuevo incidente. En esta ocasión, las autoridades han identificado la presencia de cadmio en calamares provenientes de España, capturados en aguas portuguesas, durante un control oficial en el mercado. Estos calamares tenían como destino el mercado francés. La alerta emitida tras la detección ha sido calificada como “potencialmente grave”, aunque se estima que el producto “presumiblemente” ya no está en circulación.

El cadmio es un metal pesado que puede encontrarse en concentraciones significativas en ciertos mariscos. El consumo excesivo de este metal puede ocasionar diversos problemas de salud en los seres humanos, incluyendo ciertos tipos de cáncer, problemas renales y desmineralización ósea. Por esta razón, la Unión Europea ha establecido límites en las cantidades permitidas de cadmio en algunos alimentos.

Es ampliamente conocido que los nutricionistas aconsejan evitar consumir las cabezas de las gambas debido a su alto contenido en cadmio, así como otros crustáceos. La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) ha publicado recomendaciones sobre este tema, sugiriendo evitar el consumo de la “carne oscura” de estos productos.

Además de los crustáceos, existen otros alimentos que también pueden contener niveles significativos de cadmio. El cacao, por ejemplo, es uno de ellos. Aunque es considerado un alimento beneficioso para la salud cardiovascular, es importante monitorear los niveles de cadmio presente en este producto. Otros alimentos como los mejillones, los champiñones o el paté también pueden contener ciertas cantidades de este metal pesado.

En cualquier caso, las autoridades sanitarias de la Unión Europea realizan estrictos controles para detectar alimentos que superen los límites permitidos de cadmio, como en el caso mencionado.