garachico en la historia

Coincidencias y discrepancias 

Por Carlos Acosta García. Afirman ciertos cronistas que el antiguo Reino de Daute se sometió a don Alonso Fernández de Lugo en 1497, en tiempos del mencey Romén, hijo de Caconaimo y nieto de Tinerfe. Pero ya se sabe que las disidencias y las contradicciones fueron, en los primeros pasos de la localidad del Roque, bastante frecuentes. Acepto que de nuestro Romén se haya dicho, más de una vez, que deshonró el cetro con su cobardía, por entregarse al enemigo sin disparar un solo banot. Pero no faltan quienes aseguran que el hombre soportó cuanto pudo hasta que las fuerzas exteriores, mucho más numerosas, mostraron una indudable superioridad sobre las suyas. Esto, en lo referido a la historia política del momento. Pero fue también difícil resolver cuanto se refería al importante y cercano tema religioso. Surgieron las disidencias y las contradicciones a la hora de señalar el nombre de la primera iglesia del lugar. De la dedicada a San Pedro de Daute, a la que hemos tenido siempre como la primera de la comarca, se dice que fue precedida por otra dedicada a Santa Lucía. Ha sido, de todos modos, la dedicada a San Pedro la que ha permanecido en su lugar de asentamiento hasta nuestros días porque ninguna página nos ha llegado que nos hable de ese otro primitivo templo. De todos modos, como sabemos cuántas disidentes opiniones hubo en relación con los primeros pasos de nuestro lugar de nacimiento, no nos inclinamos a favor o en contra de algunos datos que nos han sido dados a conocer. Desde que, en la zona urbana del municipio de la actual Villa y Puerto, fue construido el excelente templo dedicado a Santa Ana, seguido de las iglesias de San Marcos de Icod y la de Santa Úrsula, puede decirse que mejoró sustancialmente todo lo relacionado con la vida religiosa de la comarca. En el año 1500, Cristóbal de Ponte, fundador distinguido y personaje principalísimo de la historia comarcal, se vio favorecido por una data de repartimiento por la que se le conferían atenciones desde Icodem hasta Garachico, de mar a cumbre. Pero esta decisión se vio ampliamente rechazada por importantes personajes de la época, que ponían en difícil situación al mencionado Cristóbal de Ponte.

TE PUEDE INTERESAR