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“Estamos estudiando la creación de una escuela de ciudadanía en Canarias para agilizar las quejas y facilitar las soluciones” 

DIARIO DE AVISOS habla con la diputada del Común, Lola Padrón, tras coger el relevo de Rafael Yanes
Lola Padrón, diputada del Común. | Sergio Méndez

La misión de facilitar la vida a los ciudadanos anima a Lola Padrón en el cometido de diputada del Común, en el relevo de Rafael Yanes, un encargo que asume con el empuje de su “vocación y pasión” por el servicio público. 

-Más que un balance, porque todavía es pronto, ¿cuál es la impresión en estas semanas? 

“Lo que recibo es una institución con buenos profesionales al frente. Estoy ilusionada, porque creo que tiene una proyección mucho más allá de lo que se hace, que ya es bastante, y pienso rentabilizar la herencia de los anteriores diputados del Común. He marcado ya junto a los equipos unas líneas maestras para esta andadura. El único problema que me he encontrado es la conflictividad laboral, que puede cambiar la estructura de personal de la Diputación del Común. Por lo demás, estoy preparada para responder a las demandas y los retos que afronta la ciudadanía del siglo XXI”. 

-¿En qué consiste esa mediación que salió a colación en la toma de posesión? 

“Es una fórmula que no se contempla en nuestra ley [de febrero de 2015] y que sí está presente, por ejemplo, en Andalucía, donde se ha conseguido solucionar cuestiones tan importantes como la mediación entre los bancos y la ciudadanía. Para mí es fundamental esa línea y, de hecho, se está trabajando al respecto para trasladar formalmente la propuesta al Parlamento, así como que en cada Ayuntamiento haya una persona responsable que se encargue de atender las quejas”. 

-¿Qué montón de expedientes es el más abultado? 

“Las quejas más frecuentes son las relacionadas con los derechos sociales. Hay una estructura en los ayuntamientos que facilita su tramitación. No ocurre lo mismo en urbanismo: tienes que buscarte un abogado y eso no está al alcance de todo el mundo. Conviene analizar por qué hay áreas con más quejas y otras en las que no. Habría que encontrar el porqué para ver si realmente existe un problema. En realidad, la estructura de los servicios sociales responde a la de los años ochenta; no se ha cambiado en nada. Cada Ayuntamiento o institución opta por un modelo distinto. En cambio, ante una queja en materia urbanística, que hay muchísimas, no dispones de un trabajador social. De ahí que estemos estudiando la creación de una escuela de ciudadanía en La Palma. Quiero que sea uno de los proyectos prioritarios en esta etapa, con el objetivo de agilizar la canalización de las quejas”. 

-No es un capricho del azar que la sede de la Diputación esté en La Palma, ¿verdad? 

“¡Claro que no! Es la sede que fija el Estatuto de Autonomía, porque el primer síndico estuvo en La Palma. Habría que rescatar la memoria. El primer diputado del Común, Luis Cobiella [ejerció entre 1986 y 1991], atendía a las personas en su casa”. 

-¡Curioso! Y entrañable… 

“Esa historia habría que mostrarla, enseñarla… Además, La Palma es una isla que necesita revulsivos a nivel administrativo para que la gente se quede. Aparte de ser una institución preciosa, con la capacidad de ayudar a que el ciudadano gane credibilidad con las instituciones y con el acuerdo, con el talante mediador, podría ser un buen elemento de impulso para esta isla, tal y como dije en mi en mi toma de posesión”. 

-Santa Cruz de Tenerife no se queda atrás. El Parlamento invierte 1,1 millones de euros en la rehabilitación de un inmueble catalogado, de 1930, cerrado desde hacía cinco años y cedido por el Ayuntamiento. Con la entrada por la emblemática y concurrida calle del Castillo… 

“Sí. La Diputación del Común cuenta con oficinas en cada una de las islas, algo muy importante para un territorio fragmentado como Canarias y para hacer efectiva la cercanía”. 

-El artículo 36.3 del Estatuto de Autonomía establece que, sin perjuicio de las garantías constitucionales, toda persona podrá dirigirse a la Diputación del Común en defensa de sus derechos por las posibles lesiones imputables a las administraciones públicas de Canarias. ¿Cómo se sustancia eso?  

“Es un órgano auxiliar del Parlamento, de relevancia estatutaria, al igual que el Consejo Consultivo de Canarias, la Audiencia de Cuentas y el Comisionado de Transparencia y Acceso a la Información Pública. A la Diputación del Común se le encomienda la supervisión de las actividades de las administraciones públicas canarias, para lo cual solicitará la colaboración de las autoridades, funcionarios y entidades”.   

-Su composición está sujeta a unas mayorías cualificadas… 

“En mi caso, se exige la mayoría de las tres quintas partes del Parlamento para un mandato de cinco años. El consenso constituye un pilar básico”.  

-En teoría, la diputada del Común “no recibe instrucciones de ninguna autoridad y desempeña sus funciones con plena autonomía”. A pesar de que esta responsabilidad es incompatible con la afiliación a un partido político, un sindicato, asociación o fundación, su nombramiento se deriva de unos acuerdos ligados a la representatividad política…  

“Se trata de aplicar un equilibrio. En la práctica, nos debemos al conjunto de la ciudadanía”. 

-Conforme a ese criterio, se designan unos adjuntos…  

“Y luego están los asesores, con sentencias que los dejan como personal laboral”. 

-¡Ah! 

“Muchos han denunciado y la Justicia ha dictado dos resoluciones favorables a los trabajadores. Se acatará, lógicamente, pero la estructura no va a ser la misma. Es un problema heredado que hay que poner sobre la mesa y resolver. Aunque los adjuntos [primero, segundo y especial] los designo yo, los nombramientos son fruto de la negociación entre partidos y se materializan a través de un procedimiento parlamentario”. 

-Sin agobios ni presiones… 

“Con normalidad y tranquilidad. ¡A su tiempo!”. 

-¿Cómo van las relaciones con el Defensor del Pueblo? 

“Ángel Gabilondo me mandó una nota preciosa. A mi toma de posesión envió a su jefa de gabinete. Hemos tenido contactos, sí, porque hay quejas que se derivan por no ser de nuestras competencias. Estamos trabajando en algún proyecto en común, acerca del fenómeno migratorio, Suramérica y la FIO”. 

-La Federación Iberoamericana de Ombudsperson…  

“Exacto. Hay una muy buena comunicación. No solo con el Defensor del Pueblo. Hemos entablado contactado con el Síndic de Greuges, para unas jornadas de formación de menores con la idea de que vayan sabiendo desde pequeños cómo funciona la institución y hagan uso de ella. Se conoce la Diputación del Común, pero no se sabe muy bien cuáles son sus funciones. Desde otras defensorías han planteado los consejos de menores y ahora irá una asesora con dos niños para que vayan aprendiendo cómo funcionan, en encuentros entre menores, y se familiaricen con este instrumento del Estado de derecho”. 

-Conocimiento para administrar el entendimiento como antídoto contra el enfrentamiento… 

“En general, los ciudadanos no buscan el enfrentamiento. La mediación que propugnamos propiciará la comprensión de las discrepancias. Entender las diferencias reduce las distancias. Hay que saber escuchar, colocarse en el lugar del otro y empatizar. Una red sólida de servicios sociales en las instituciones permite gestionar el esfuerzo para cubrir las necesidades de los ciudadanos. La escuela será una pieza clave en ese mecanismo de mentalización. De momento, me he reunido con la Plataforma del 5% por la Educación en Canarias, con trabajadores sociales y se ha programado una con Cruz Roja. Son sectores que me van a proporcionar muchísima información a la hora de trabajar y responder a la ciudadanía”. 

-Así que un rumbo de responsabilidad y compromiso… 

“Haber llegado hasta aquí es el resultado de una lucha de innumerables mujeres inquebrantables y resilientes durante siglos, que vencieron el miedo y forjaron una alianza entre nosotras. Que en cuatro décadas no haya habido una mujer dirigiendo esta institución supone una anormalidad del sistema. Desde luego, no se entiende que a estas alturas tengamos que seguir peleando por hacer efectivo algo que corresponde legalmente y que debería normalizarse. Si bien hemos avanzado, falta camino por recorrer. Deseo resaltar, reiterar, que me siento orgullosa de estar acompañada por un equipo de profesionales excepcionalmente cualificados”. 

Lola Padrón, diputada del Común. / Sergio Méndez
Lola Padrón, diputada del Común. | Sergio Méndez

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