El servicio de Atención a Víctimas de Violencia de Género del 112 de Canarias, financiado por el Instituto Canario de Igualdad (ICI), registró en el mes de julio 1.524 llamadas, de las que más del 50% (784) fueron de emergencia, lo que significa que entrañaban peligro inminente para la víctima. Estas alertas obligaron a abandonar sus hogares y tener alojamiento en los dispositivos de emergencia que el ICI financia con los cabildos (Dema) a 39 mujeres y sus 17 descendientes.
En la serie anual, son los meses de junio y julio en los que hay un mayor volumen de llamadas a este servicio telefónico, que es atendido por un equipo de profesionales expertas en violencias machistas y que derivan de inmediato a los servicios especializados.
La directora del ICI, Ana Brito, recalca que “habitualmente son los meses estivales, los periodos de vacaciones en general, los más difíciles para las mujeres que conviven con un maltratador”. Al respecto, alerta sobre “la importancia de que toda la población se mantenga alerta a cualquier situación de violencia de género que pueda detectar en su entorno, sea familiar, vecina o amiga, porque una llamada a tiempo al 112, que siempre es anónima, puede salvar la vida de una mujer”.
En este mes, los dispositivos de los cabildos tuvieron que activarse en 194 ocasiones y se movilizaron 803 recursos policiales y 75 recursos sanitarios. En cuanto al agresor, en la gran mayoría de las veces fue la pareja (48%), seguido de la expareja (28%) hijo (2%), desconocido (1%), padre (1%) y amigo (1%).
El mayor volumen de violencias fue de carácter físico (42%), por delante de las no físicas (39%). El 3% fueron agresiones sexuales. Entre las afectadas en julio, 72 mujeres reportaron alguna discapacidad: 45, mental; 8, física motora; 5, múltiple; 4, intelectual; 3, auditiva; 1, física orgánica, y 6 no especificaron. Por edades, 26 eran menores; 276, entre 18 y 35 años; 320, entre 36 y 55 años; 87, de 56 a 75 años, y 4, mayores de 76 años. Gran parte de los avisos partieron de la propia víctima (39%).