En las últimas horas, Salvamento Marítimo ha rescatado dos embarcaciones que intentaban llegar a las Islas Canarias con migrantes a bordo, un fenómeno que continúa preocupando a las autoridades.
Durante la noche del lunes y la madrugada del martes, dos pateras fueron interceptadas en aguas cercanas al Archipiélago con un total de 115 personas a bordo, según ha confirmado el Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (112) de Canarias.
El primer rescate tuvo lugar a las 21.51 horas del lunes, cuando una embarcación con 56 migrantes fue trasladada al muelle de Puerto Naos, en Lanzarote.
Posteriormente, a las 01.38 horas de este martes, otra patera con 59 personas fue llevada al puerto de La Restinga, en la isla de El Hierro.
En ambos casos, las personas fueron atendidas por los dispositivos sanitarios en los respectivos puertos y no fue necesario trasladar a ninguno de los migrantes al hospital.
Horas más tarde, otro cayuco con 63 personas de origen subsahariano llegaba al puerto de La Restinga en El Hierro. Entre los ocupantes, se encontraban 62 hombre y un menor. El equipo de emergencia desplegado en el puerto prestó atención médica a los recién llegados, quienes presentaban signos de agotamiento tras el largo trayecto.
421 migrantes detenidos
Mientras Canarias sigue recibiendo embarcaciones, la Marina de Senegal interceptó el lunes dos cayucos con un total de 421 migrantes a bordo, entre ellos 20 menores. Estas embarcaciones fueron detenidas mientras intentaban iniciar la peligrosa travesía hacia las costas españolas.
Las autoridades senegalesas no especificaron el destino final de los migrantes, pero es común que este tipo de embarcaciones busquen llegar a las islas Canarias, una de las rutas más letales para quienes intentan emigrar de forma irregular desde África occidental.
El presidente de España, Pedro Sánchez, ha intensificado en las últimas semanas los esfuerzos diplomáticos para frenar la migración irregular en su origen. En una reciente gira por Senegal, Mauritania y Gambia, Sánchez abogó por la creación de vías legales de migración y una mayor inversión en estos países, con el objetivo de ofrecer oportunidades que disuadan a las personas de embarcarse en peligrosos viajes. Además, España ha prometido dotar a los países africanos de mejores recursos para proteger sus fronteras y combatir a las mafias que trafican con seres humanos.
La ruta entre la costa africana y las islas Canarias es considerada una de las más peligrosas del mundo, con una alta tasa de mortalidad. A pesar de los esfuerzos internacionales por controlar esta migración, las cifras de personas que arriesgan sus vidas para cruzar continúan siendo alarmantes, lo que subraya la urgencia de soluciones efectivas en ambas orillas del Atlántico.