La Agencia Espacial Europea (ESA) ha lanzado este lunes 7 de octubre con éxito la misión espacial Hera desde la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral (Florida).
El lanzamiento de Hera se ha realizado satisfactoriamente a las 16.52 horas con un cohete SpaceX Falcon 9. La misión forma parte de la estrategia de defensa planetaria frente a colisiones asteroidales y representa una continuación de la prueba realizada por la NASA en septiembre de 2022, cuando la misión ‘Double Asteroid Redirection Test’ (DART) impactó a Dimorphos para modificar su órbita.
“La misión ESA Hera ha despegado a bordo de un Falcon 9 de SpaceX desde la estación espacial de Cabo Cañaveral, en Florida (EE.UU.), el 7 de octubre a las 10:52 hora local (16:52 CEST, 14:52 UTC)”, ha anunciado la ESA en una publicación en la red social X, recogida por Europa Press.
Dimorphos fue el satélite del sistema de asteroides binarios Didymos, el primer objeto del Sistema Solar cuya órbita fue modificada por la actividad humana. Ahora, como detalla la ESA, Hera realizará un estudio detallado tras el impacto.
El propósito es reunir datos cruciales que faltan sobre Dimorphos con el fin de conocer los límites de aplicación de la desviación cinética de asteroides, una técnica de defensa planetaria que la misión DART ha demostrado ser fiable.
El equipo de Ciencias Planetarias, que forma parte del grupo de investigación en Astronomía y Astrofísica de la Universidad de Alicante (UA), ha viajado a Cabo Cañaveral (Florida) para participar en el lanzamiento de la misión espacial Hera.
Adriano Campo Bagatin, de la UA, y Julia de León, del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), son los únicos investigadores pertenecientes a instituciones españolas de la treintena de científicos europeos que forman el equipo de la misión.
El equipo de Ciencias Planetarias de la UA participa desde el inicio de la misión en el estudio de la estructura interna de los asteroides Didymos y Dimorphos, que forman el sistema binario de asteroides cercanos a la Tierra objeto de la misión.
Además, se encargan del estudio de la evolución del material que pueda haberse lanzado al espacio por efecto de la colisión de DART, así como los efectos de la recaída de ese material en la superficie de ambos cuerpos.
“Llevamos años contribuyendo a los preparativos de esta misión, determinando, con los responsables de la parte de instrumentación, todo lo necesario para llevar a cabo las observaciones y mediciones. Aunque será sólo el comienzo, si el lanzamiento se realiza con éxito, nos separan dos años de las primeras imágenes del asteroide que la sonda Hera enviará a la Tierra en 2026”, han señalado los investigadores.
Los profesionales han agregado que la misión permitirá conocer exactamente los efectos de la colisión, lo que implica una “mejor información” sobre cómo preparar en el futuro “una misión para la desviación de cualquier asteroide que pudiera impactar en la Tierra”.
“En 2029, el asteroide Apophis, de unos 300 metros de tamaño, rozará el planeta Tierra a menos de 32.000 kilómetros de la superficie”, ha asegurado el catedrático de la UA Adriano Campo Bagatin. “Las colisiones de asteroides pueden volver a ocurrir”, ha concluido.