Daniel Alonso Ramírez (Caracas, 1966) se licenció en Ciencias Físicas en la Universidad de La Laguna. Es doctor en Física por la Universidad Libre de Bruselas, donde desarrolló su investigación en el marco del programa de la UE, Human Capital and Mobility. Posteriormente se trasladó a Italia, donde realizó su posdoctorado en la Universidad de Milán (Sede di Como), hoy Universidad de Insubria. A lo largo de su carrera ha visitado diversos centros de investigación, entre los que destacan el Instituto de Ciencias Matemáticas de Singapur, el Institute for Microstructural Sciencies en Ottawa, el Instituto Schrödinger de Viena y el Max –Planck Institute for the Physics of Complex Systems, en Dresden. Es experto en física cuántica y en física estadística y ha sido promotor de la creación del Instituto Universitario de Estudios Avanzados en física atómica, molecular y fotónica de la ULL. En la actualidad, Daniel Alonso es el presidente de la Real Academia Canaria de Ciencias. Es catedrático de Física Aplicada de la ULL.
-En el plan estratégico que te encargó la ULL, ¿se convirtieron los estudiantes en protagonistas? Dicen que cuando tuvieron el mismo peso los administrativos y los estudiantes que los profesores se estropeó el estatus universitario. Y que se perdió la autoridad institucional.
“El plan estratégico fue un encargo del rector Antonio Martinón y recibió un impulso determinante de la Gerencia de la Universidad, a cargo de Lidia Perera. Ella puso a nuestra disposición los recursos necesarios para la elaboración de un plan ambicioso para la ULL que abriera espacios de mejora”.
-¿Con buenos resultados?
“Se contó con toda la comunidad universitaria y se establecieron contactos muy enriquecedores con el entorno socioeconómico de la Universidad, propiciados por el Consejo Social de la ULL, entonces presidido por Raimundo Baroja y con Andrés Orozco como vicepresidente”.
-¿Y en cuanto al peso por sectores?
“Yo diría que no se trata tanto de dar igual peso a los diferentes sectores que forman la comunidad universitaria sino de escuchar atentamente a todas las personas, especialmente en aquellos temas en los que, por su experiencia diaria, tienen mucho que decir y aportar. Intentamos que todo el proceso de elaboración del plan estuviera siempre enriquecido por las aportaciones de la comunidad universitaria, que, en última instancia, es la responsable de poner en marcha cualquier acción encaminada a que la ULL alcance los objetivos inherentes a su misión. En este sentido, la autoridad institucional se ve fortalecida si todos los agentes presentes en la actividad universitaria se sienten partícipes del gran proyecto que es la Universidad”.
-Daniel, ¿cómo es que se logran tantas cosas en nuestras universidades canarias, si apenas disponen de dinero para investigar?
“¿Por qué? Pues por la valía de las personas que conforman la comunidad universitaria canaria”.
-Tiene mérito todo esto.
“En gran medida, se trata de una comunidad comprometida con las tareas docentes e investigadoras, que compite en muchos sectores de la ciencia a nivel internacional”.
-A pesar de su escasa financiación.
“A pesar de ello, se esfuerza por interactuar con su entorno y por transferir conocimiento. El impacto de la ciencia canaria por euro invertido es muy alto. Creo que ha llegado el momento de revisar la financiación de las universidades canarias y de dotarlas con recursos suficientes para que den un salto cualitativo muy significativo que las convierta en centros de referencia, por el valor de sus egresados, por sus contribuciones al desarrollo del conocimiento y por su impacto en la región”.
-¿Viven nuestras universidades a espaldas de la sociedad? ¿Y nuestras autoridades a espaldas de las universidades de las islas? ¿Y qué pasa con la endogamia?
“Es una pregunta muy pertinente”.
-Pues adelante.
“Comprendemos los esfuerzos que se hacen en nuestro entorno por atender las necesidades de las universidades públicas canarias, responsables de la mayor parte de la investigación que se hace en las islas y cuya misión fundamental es formar a las nuevas generaciones en el conocimiento de frontera. Dicho esto, Canarias es una de las comunidades que, en términos comparativos, menos invierte en sus universidades”.
-Un error grave.
“Claro; en mi opinión es un error estratégico que lastra nuestro desarrollo socioeconómico y nos mantiene sistemáticamente entre las regiones menos desarrolladas de España. No necesitamos ser originales. Sólo aprender de lo que ocurre en otros lugares. Mejorar nuestras universidades en todos sus aspectos revierte, a medio y largo plazo, en el desarrollo de nuestro entorno. En este sentido, las universidades suponen una inversión”.
(Me dice el profesor Daniel Alonso que muchos estudios señalan que las universidades canarias son, de todas las españolas, las que más contribuyen al desarrollo regional. “En muchos aspectos constatables, las universidades canarias miran constantemente a nuestra sociedad y se implican en numerosas iniciativas que suponen aportaciones importantes a nuestro entorno. Por supuesto, se puede hacer más, pero para hacer más son necesarios más recursos”).
-¿Y?
“Pues que no creo que nuestras autoridades vivan de espaldas a las universidades. Quizá sí falte más comunicación entre los diferentes sectores sociales políticos y universitarios para que todos lleguen a visualizar la importancia de contar con universidades potentes y bien financiadas. En definitiva, que nuestra sociedad comience a internalizar la visión y los valores de las sociedades más desarrolladas”.
-La endogamia no es buena compañera de viaje entonces.
“No, no lo es. Porque si queremos universidades de gran nivel necesitamos aprender muchas cosas y para ello me parece fundamental atraer a personas formadas en buenos centros fuera del Archipiélago y que desarrollen sus carreras en las islas. Y en ese sentido la endogamia no es una buena compañera de viaje. Además, sería deseable que los egresados canarios que quieran desarrollar una buena carrera aprendan de los mejores en su campo y luego se incorporen al tejido universitario insular”.
-Daniel, ¿nos llegará a dominar la inteligencia artificial (IA)? Yo le tengo mucho miedo a eso.
“No puedo predecir el futuro”.
-¿Entonces?
“Me inclino a pensar que se convertirá en una herramienta que emplearemos cotidianamente y que nos permitirá, entre otras cosas, abordar cuestiones que hoy están fuera de nuestro alcance. ¿Que habrá dificultades, sobre todo éticas? Seguro, y de hecho ya las tenemos. Será la propia sociedad y las personas dedicadas a reflexionar sobre estos temas quienes nos traigan propuestas de solución para los problemas que vayan surgiendo. En este sentido, todos estamos implicados y debemos ser parte activa del devenir de la IA. Una IA al servicio de la humanidad que exprese buena parte de sus mejores valores: libertad, justicia, equidad, igualdad, etcétera”.
-¿Son los algoritmos los que mandan en el mundo actual? ¿Podrán un día sustituir a los propios científicos?
“Los algoritmos están presentes en buena parte de las acciones cotidianas de nuestras vidas. No mandan en el mundo, pero sí son una herramienta poderosa que, en manos adecuadas, pueden ayudar a una mejor gestión de los recursos, compatible con acciones sostenibles; y en otras manos, servir para amplificar la eficacia de mensajes manipuladores”.
-Pero no van a sustituir al científico.
“No creo que un conjunto de algoritmos, o una IA, vayan a sustituir al científico, pero seguramente será un enorme pilar en el que los equipos científicos se apoyarán para abordar nuevos problemas en la frontera del conocimiento”.
-Hace tiempo que pienso en esto. Y voy a aprovechar nuestra conversación para preguntarte si podremos ver con nuestros ojos cómo se transporta la materia mediante la luz. A lo mejor yo no, por falta de tiempo. Pero tú sí.
“En física cuántica existe el concepto de la teleportación. Este fenómeno se basa en una propiedad cuántica muy particular que permite correlacionar diferentes partes de un sistema físico, incluso si están muy distantes unas de otras. Esta propiedad se denomina entrelazamiento. Empleando dichas propiedades, se ha logrado que un fotón (una partícula de luz) sea teleportada desde Izaña al Roque de los Muchachos. ¿Se puede hacer lo mismo con la materia? Bueno, es más complejo pero hay grupos de investigadores que han comunicado resultados experimentales en la teleportación de electrones, que tienen masa. Así que ya, de facto, hemos sido testigos de la teleportación de materia”.
–¿Y un gato?
“Otra cosa muy distinta es teleportar un objeto macroscópico, como ese gato que dices. Entre tú y yo, no creo que ni tú ni yo lo veamos”.
-Ya que estamos en el tema. ¿Te ves volviendo al pasado? ¿Ves a alguien metido en un acelerador de partículas y dando tiros en el lejano Oeste, con el De Lorean aparcado junto a la caravana?
“Como parte de una historia de ciencia ficción está muy bien, ¡e incluso puedo verme! Lo que sí es cierto es que hay discusiones serias sobre si las teorías físicas actuales permiten, teóricamente, viajar en el tiempo”.
-¿Podría un profano, como yo mismo, entender la física cuántica?
“Sí. Todo depende del tiempo que se emplee en intentar comprender los elementos fundamentales y de quién te guíe, ya sea en tus lecturas o en tus conversaciones. Y lo mejor, en cuanto el profano tenga la sensación de que entiende la física cuántica, al poco tiempo se dará cuenta de que realmente ¡no la entiende! Es justo en ese momento cuando ya puede considerarse un físico cuántico”.
-Oye, profesor, ¿está Dios detrás del Bosón de Higgs?
“Detrás del Bosón de Higgs están el propio Higgs, Englert, Brout, miles de científicos y de científicas, de ingenieros e ingenieras y un largo etcétera de personas que han contribuido a desarrollar los dispositivos que permitieran contrastar experimentalmente las predicciones teóricas. Eso es constatable. Más allá de esto, no es materia científica”.
-Y quiero concluir con una pregunta que sugiere una respuesta diríamos más informativa. ¿Qué nos está aportando actualmente la física nuclear?
“Pues un desarrollo enorme de mejores técnicas de diagnóstico, como el uso de la resonancia magnética nuclear; mejoras en el tratamiento de ciertos tipos de cánceres. Y nos está brindando, a través de su desarrollo, un camino hacia la fusión nuclear y la esperanza de una fuente de energía sostenible, limpia y duradera”.
-Una gran esperanza, entonces.
“En este sentido, la física nuclear es sólo una rama más del árbol del conocimiento, cuyas profundas raíces en la curiosidad humana nos permiten avanzar y cuyos frutos nos dan la esperanza para enfrentar todos los desafíos que se produzcan”.