conversaciones en los limoneros

“Gorona del Viento hace de El Hierro una de las islas más sostenibles del planeta”

Ernesto Pereda De Pablo es, desde 2018, el primer catedrático de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de La Laguna (ULL)
Ernesto Pereda De Pablo
Ernesto Pereda de Pablo, primer catedrático de Ingeniería Eléctrica de la ULL. / Fran Pallero

Ernesto Pereda De Pablo (Madrid, 1973) es, desde 2018, el primer catedrático de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de La Laguna (ULL), donde se doctoró en 2001, tras completar su formación pre doctoral en el instituto Max Planck de Sistemas Complejos en Dresde (Alemania). Ha realizado estancias post doctorales en el Reino Unido, Austria y Bélgica entre 2005 y 2016. En la ULL ha sido director de la Escuela de Ingeniería Civil e Industrial (2009-2013), primer director de la Escuela del Doctorado y Estudios de Posgrado (2015-2019) y vicerrector de Investigación y Transferencia (2019-2023). En la actualidad es IP del Grupo de Investigación de Ingeniería Eléctrica y miembro de los institutos de Tecnología Biomédica (ITB) y de Neurociencia (IUNE). Tiene cuatro sexenios de investigación y más de 70 artículos publicados en revistas internacionales con índice de impacto, sobre el uso de herramientas avanzadas de análisis de sistemas complejos para el estudio de la actividad eléctrica del cuerpo humano (principalmente el cerebro humano).

-¿Podemos soñar con una Canarias con energía limpia?
“Ahora mismo, y a corto plazo, o sea en los próximos cinco años, es más un sueño que una realidad”.

-¿Por qué?
“Pues porque Canarias está por detrás no ya sólo de Europa sino de la España peninsular en el uso diario de las energías renovables (eólica y fotovoltaica) para la producción de electricidad, no tanto por la falta de producción sino sobre todo por las dificultades que existen para poder utilizar toda la energía que se genera, ya que en muchos casos, al tratarse de fuentes no controlables, se produce un superávit de generación que no se puede usar y que ahora tampoco se almacena de forma eficiente”.

-Parece triste eso. ¿Podremos crear, sin embargo, ciudades inteligentes?
“Dos cosas a este respecto: un consumidor que conozca mejor los costes de la energía y su variación horaria, para saber cuándo es más adecuado realizar aquellos consumos que no tienen un momento preferente del día (como por ejemplo el uso de algunos electrodomésticos, la carga del coche eléctrico, etcétera); y un mayor acceso de la población a dispositivos de consumo inteligentes que se puedan programar para producir energía de la forma más eficiente posible”.

-Y nada de eso está disponible.
“La segunda parte, sí, pero su uso no siempre es sencillo, ni tampoco son tan baratos como el equipo tradicional. Y para la primera parte hace falta una campaña de formación y concienciación”.

-Experiencias como la de Gorona del Viento, en El Hierro, ¿son factibles a gran escala o resultan demasiado caras?
“Gorona del Viento es un auténtico laboratorio viviente, que hace ahora mismo de El Hierro una de las islas más sostenibles del planeta”.

-Esto me parece que prestigia a las islas.
“Fue posible por la combinación de dos elementos. Por un lado, una población relativamente pequeña (unas 90 veces menor que la de la isla de Tenerife) y, por otro, accidentes geológicos naturales que facilitaron la disponibilidad de depósitos de agua”.

-¿Lo podríamos trasladar a otras islas, Ernesto?
“Trasladarlo a otras islas, especialmente las capitalinas, a la misma escala, es prohibitivo en costes, si bien en Gran Canaria está ya en marcha un proyecto tecnológicamente idéntico (hidroeléctrica reversible), en Chia-Soria, que a pesar de las objeciones medioambientales de algunos grupos ciudadanos se pondrá en marcha en los próximos años y permitirá a esta isla mejorar el uso de las energías renovables. En Tenerife no existe hoy ningún proyecto similar”.

-¿Está implicada la ULL en mejorar el concepto actual de generación?
“Tenemos varios grupos de investigación formados por ingenieros, físicos y economistas, que llevan años colaborando con empresas como Red Eléctrica y Endesa y con las autoridades regionales y cabildos, sobre todo el de Tenerife, para realizar análisis técnico-económicos del parque de generación y la red de transporte eléctrico y simular diferentes escenarios futuros”.

-Hay esperanza, pues.
“En el último escenario, para el Cabildo de Tenerife, que presentamos en diciembre de 2023, en la Escuela de Ingeniería, realizamos propuestas concretas para la mejora de la eficacia y la sostenibilidad del sistema, que esperamos sirvan de base para las inversiones futuras en este campo”.

(Tenía una curiosidad y es la forma en que se puede almacenar la energía renovable que nos sobra y a la que antes se refería el profesor Pereda. Es curioso porque existen varias formas de hacerlo y él lo explica perfectamente. Presten atención, me parece muy interesante).

“Existen ahora mismo tres formas para el almacenamiento de energía renovable sobrante, de forma que no se pierda. La primera es mediante la construcción de balsas de agua en altura, de forma que cuando hay exceso de energía, el agua a una altura menor es bombeada y adquiere energía potencial, por gravedad, que luego se puede usar cuando se produce un déficit, haciéndola bajar por unas turbinas. Así es como funciona Gorona del Viento, pero, claro, esto requiere obra civil y el uso de una superficie importante que se debe impermeabilizar y alimentar con tuberías, por lo que tiene un coste medioambiental. Es lo que se está haciendo en Gran Canaria, en Chia-Soria, como te dije”.

-¿La segunda forma de almacenamiento?
“Mediante baterías, como las que se usan en las instalaciones fotovoltaicas de los tejados o en los coches eléctricos, pero de mucha mayor capacidad. Aunque ahora mismo todavía no pueden almacenar energía en gran cantidad, las mejoras en la tecnología de almacenamiento pueden hacer que dentro de no mucho tiempo sea una solución viable para sistemas no muy grandes, como son los insulares de Canarias. La ventaja es que son modulares, fáciles de reemplazar si se estropean y no requieren de obra civil”.

-¿Y la tercera?
“Usar la energía sobrante para generar hidrógeno a partir del agua, el llamado hidrógeno verde. Cuando la energía se necesita, basta combinar este hidrógeno con el oxígeno para formar agua, un proceso que genera energía. Esta sería la solución ideal, pero el transporte y el almacenamiento del hidrógeno en grandes cantidades no es sencillo, aparte del hecho de que ahora mismo, en este proceso, se pierde una buena parte de la energía que se utiliza (más del 50%, en el mejor de los casos), por lo que hoy no es todavía una fórmula viable”.

Ernesto Pereda De Pablo
Ernesto Pereda de Pablo, primer catedrático de Ingeniería Eléctrica de la ULL. / Fran Pallero

-¿Por qué es tan cara la luz en España?
“Pues hay varias razones, pero me atrevería a decir que la primera tiene que ver con la política”.

-Vaya, qué raro.
“Por un lado, los enormes impuestos aplicados tanto al consumo como a la generación lastran la tarifa. Por otro, muchas veces, en las decisiones que se toman sobre este tema, prima la ideología sobre la tecnología. Un ejemplo es la oposición del actual Gobierno a la extensión de la vida útil de las centrales nucleares, una postura que la actual ministra defiende en España, pero que si va a Bruselas como vicepresidenta cambiará para adaptarse al criterio de la Comisión. En asuntos como éste, debería primar la tecnología sobre la política. En este tema y en casi todos, pero por desgracia suele ser al revés”.

-¿Cómo se logra el equilibrio entre la energía producida y la gastada, que deberían estar a la par?
“Este es el verdadero problema de la energía eléctrica”.

-No sabía que era tan grave.
“Se debe producir sólo lo que se consume, pero nada más. Como no se puede controlar, en el caso de las fuentes renovables, cuándo sopla el viento, en el supuesto de que haya exceso de producción, por la noche, esa energía adicional si no se almacena hay que desecharla –lo que técnicamente se llama vertido de la energía–. Por ejemplo, haciendo que el molino gire más despacio o desconectando algunos de ellos de la red. En definitiva, dejando de producir parte de lo que se podría utilizar. Almacenar estos vertidos es una de las claves para el futuro sostenible de Canarias”.

-¿Y los “ceros” que hemos tenido? ¿Maquinaria desfasada?
“El problema de los sistemas aislados, como el canario, es que son poco robustos frente a fallos, ya que si un equipo de generación deja de funcionar no existen muchas opciones de respaldo, porque no se pueden conectar los del continente, ni tampoco mantener varios equipos al ralentí esperando el fallo. Tanto si es por un fallo humano como por un problema de sobrecarga, en ocasiones es difícil evitar la caída del sistema”.

-¿Hay solución?
“Sí, una generación más distribuida, con más equipos de menor potencia. La renovación de los equipos ayudaría, porque existen algunos funcionando que han sobrepasado su vida útil. Me consta que el Gobierno regional está comprometido con esta renovación y que se están dando pasos en este sentido que esperamos mejoren la situación”.

-Ernesto, ¿cómo están los alumnos? Me refiero a si tienen interés por carreras que les acerquen a la generación y a la distribución de energía.
“Sí, sin duda. En el máster de Ingeniería Industrial de la ULL, que cumple ahora diez años, tenemos varias asignaturas específicas sobre generación y transporte, sistemas en media y alta tensión, máquinas térmicas y generación con energías renovables, que tiene además un máster específico de dos años. Ambos son bastante populares entre estudiantes de carreras técnicas y científicas, como por ejemplo el grado en Ciencias Ambientales. Yo creo que no nos va a faltar personal formado para el sector”.

(Me hubiera gustado insistir en el apasionante tema de la investigación con el profesor Ernesto Pereda. Por ejemplo, hablar de sus trabajos sobre el uso de herramientas avanzadas de análisis de sistemas complejos para el estudio de la actividad eléctrica del cuerpo humano, principalmente del cerebro. Un tema apasionante. Pero tengo problemas de espacio y la gente quiere saber las cosas de todos los días. Le pido disculpas. Le pregunto por el futuro de la energía).

“Pues, a mi modo de ver, requiere dos acciones. Por un lado, una apuesta decidida por el almacenamiento, con proyectos que utilicen algunas de las alternativas que hemos indicado aquí”.

-¿Y en cuanto a generación?
“Conseguir su mejora, lo que se puede lograr apostando por equipos grandes, y en esto el uso generalizado del gas sería un avance, obviando cuestiones políticas, o recurriendo a pequeñas plantas distribuidas, para las que se deberían mejorar las subvenciones locales y regionales (como las destinadas a la instalación de fotovoltaicas en viviendas). Si logramos esto, es posible que en los próximos diez años, el 50% de lo que se consuma proceda de fuentes renovables).

-Y utilizar así menos combustible fósil.
“Claro, hay que descartar la dependencia del combustible fósil, o lo que es lo mismo del exterior, un combustible que es más caro e insalubre”.

-¿Confiamos?
“No nos queda otra que confiar en que los diferentes gobiernos darán a la energía la importancia que tiene y sepan tomar las mejores decisiones técnico-económicas, más allá de las ideologías. Ojalá sea así porque Canarias se juega mucho: la energía, junto con el agua y los residuos, constituyen, además de los ya tradicionales de la sanidad y la educación, los grandes retos para afrontar con garantías el futuro de nuestra tierra”.
-Sabias palabras, profesor.

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