Rebecca Westergaard Rigney, de 75 años, fue hallada sin vida en las escaleras de entrada a su domicilio en Pataskala, Ohio, tras no presentarse a la comida de Navidad en la casa de su sobrina, como tenía planeado.
Según el jefe de policía de la localidad, la mujer sufrió graves lesiones en una pierna provocadas por el ataque de dos cerdos pertenecientes a un vecino, que se encontraban sueltos en las cercanías de la vivienda.
La alerta fue dada por Bruce Brooks, sobrina de Westergaard, quien se comunicó con la policía a las 14:47 horas del día de Navidad. La mujer había intentado contactar con su tía sin éxito, preocupada porque esta debía haber salido de su casa hacia las 10:30 horas para dirigirse a la celebración familiar en Norton.
Cuando los agentes llegaron al lugar, describieron la escena como “extremadamente desagradable”, según declaraciones del jefe de policía, quien optó por no proporcionar detalles adicionales debido a lo impactante del caso.
La investigación sigue en curso, y los resultados finales de la autopsia se esperan dentro de un plazo de cuatro a seis semanas. Sin embargo, Brooks adelantó que la causa de la muerte fue desangramiento como consecuencia de las heridas infligidas por los cerdos, que también devoraron parcialmente a la víctima.
Por ahora, el propietario de los animales no ha enfrentado cargos, aunque las autoridades están revisando su posible responsabilidad. El jefe de policía explicó que en Ohio existen procedimientos claros cuando se trata de ataques mortales de perros, pero no hay legislación específica que contemple casos similares con ganado.
“Si hubiera sido un pitbull o un rottweiler, la respuesta sería inmediata”, comentó el jefe de policía, recordando que días antes del incidente una niña de tres años perdió la vida tras ser atacada por tres perros. “Pero este caso, al involucrar animales de granja, es algo sin precedentes en esta comunidad”.