“Tomen en serio lo que predican los enemigos de la democracia”. Esta fue la seria advertencia sobre el auge de la ultraderecha a escala mundial que lanzó ayer Leon Weintraub, uno de los 50 supervivientes de Auschwitz que participaron en el acto de celebración del 80 aniversario de la liberación del campo de exterminio nazi por el Ejército soviético.
El aumento del antisemitismo en la actualidad, un sentimiento que “llevó al Holocausto”, y de las teorías de la conspiración que culpan a grupos sociales, como los judíos, de los males del mundo centraron la mayor parte de las intervenciones de las víctimas en este emotivo homenaje. En la maquinaria genocida nazi, compuesta por una amplia red de campos de concentración y exterminio, como los de Chelmno, Belzec, Sobibor, Treblinka – también en Polonia- o Dachau, Bergen-Belsen o Sachsenhausen -en Alemania-, Auschwitz fue el buque insignia de los crímenes del Tercer Reich. Se calcula que 1,1 millones de personas perdieron la vida en Auschwitz, la mayoría de ellos judíos.
En un discurso, pronunciado ante 2.500 personas y medio centenar de jefes de Estado y de Gobierno, diplomáticos y representantes de países y organizaciones internacionales, Weintraub, una de las cuatro víctimas que tomaron la palabra en el acto, advirtió sobre los riesgos del avance de la extrema derecha. “Si logran llegar al poder, debemos evitar el error de la década de 1930, cuando el mundo no tomó en serio al régimen nazi y se subestimaron sus planes de crear un Estado libre de judíos, gitanos y personas de opiniones diferentes, o enfermos o considerados no aptos para vivir”, señaló Weintraub.
“Me duele profundamente ver en muchos países europeos, pero también en Polonia, uniformes y lemas de estilo nazi desfilando abiertamente en marchas, proclamándose orgullosamente nacionalistas e identificándose con las ideas nazis, con la ideología… que asesinó a millones de personas consideradas infrahumanas; esta ideología que proclama la hostilidad y el odio hacia los demás, ve el racismo, el antisemitismo y la homofobia como virtudes”, denunció.
Otro superviviente del horror de Auschwitz, Marian Turski, apeló este lunes a “no tener miedo” ante el antisemitismo que llevó al Holocausto en la Segunda Guerra Mundial y a “resolver problemas entre vecinos, gentes y grupos étnicos”.
Turski, del Consejo Internacional de Auschwitz, puso de ejemplo las reconciliaciones históricas entre naciones enfrentadas en el pasado como Francia y Alemania. “No tengamos miedo de convencernos de que podemos resolver problemas entre vecinos, porque durante siglos, en muchos continentes, muchas naciones y muchos pueblos y muchos grupos étnicos han tenido sus casas los unos con los otros”, dijo Turski en un acto en el que estuvieron presentes los reyes de España, Felipe VI y Letizia.
Turski también alertó de que el “odio y la incitación al odio” lleva al “conflicto armado” y al “baño de sangre”. Este hombre, de 99 años, fue deportado a Auschwitz en agosto de 1944, en uno de los últimos transportes del gueto de Łódz hasta el campo de exterminio nazi, y sobrevivió en enero de 1945 a dos de las conocidas como “marchas de la muerte” a la que obligaron los nazis a los prisioneros a medida que los soldados aliados se aproximaban a los campos de concentración.
Otra de las supervivientes, Janina Iwanska, nacida en 1930, insto a Europa a “no dejarse llevar por locuras” como las ocurridas en la Segunda Guerra Mundial y que terminaron en el Holocausto. Alertó de que “no se debe perder de vista que un caos así puede ocurrir en cualquier lugar”.
A su vez, Tova Friedman, de 86 años, destacó que hay que despertar “la conciencia colectiva para transformar la violencia, la ira, el odio y malignidad que tan poderosamente ha atrapado a la sociedad en un mundo más humano y justo antes de que estas fuerzas negativas destruyan” al mundo.
Friedman, que fue una de las personas más jóvenes en salir viva de Auschwitz, alertó igualmente ante el antisemitismo que hay en la actualidad.
El acto estuvo acompañado por la interpretación de piezas musicales compuestas por músicos que fueron deportados al campo de exterminio: James Simon (Berlín, 1880), detenido en 1944 y muerto poco después de su llegada en una cámara de gas. También del músico polaco Jozef Kropinski (Berlín, 1913) enviado a Auschwitz, donde permaneció más de cuatro años y donde compuso más de cien canciones y poemas, y que sobrevivió al nazismo. O de Zymon Laks, fallecido en 1983, también superviviente tras dos años.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, recordó a las víctimas del Holocausto en el día que se cumplen 80 años de la liberación de Auschwitz-Birkenau (Polonia) y mostró su compromiso con no dejar que “esto pase de nuevo” en un mensaje en inglés en X.