El Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias (IEHC), que tiene su sede en el número 18 de la calle Quintana de Puerto de la Cruz, recibe el próximo lunes, 21 de abril (19.00 horas), al escritor senegalés Boubacar Boris Diop (Dakar, 1946), quien conversará acerca de su más reciente novela, Un sepulcro para Kinne Gaajo (Un tombeau por Kinne Gaajo, Éditions Philippe Rey, 2024), que llega ahora en español en una edición de la editorial ALEM para Fundoro (Fundación Canaria Orotava de Historia de la Ciencia), en una traducción realizada por Pedro Suárez.
Periodista, ensayista y novelista, Boubacar Boris Diop obtuvo en 2022 el Premio Internacional de Literatura Neustadt, el galardón estadounidense que busca contribuir a la consagración de novelistas, poetas y dramaturgos, y que en el ámbito hispano han obtenido autores de la talla de Gabriel García Márquez (1972), Octavio Paz (1982) y Álvaro Mutis (2002), entre otros.
CATÁSTROFE MARÍTIMA DE 2002
Tal y como explica en un texto de presentación Pedro Suárez Martín, Un sepulcro para Kinne Gaajo se inspira en acontecimientos reales: el naufragio en la noche del 25 de septiembre del 2002 del barco Le Joola, que hacía la travesía entre Ziguinchor, en el sur de Senegal, y Dakar.
Pensado para unos 550 pasajeros, transportaba cuatro veces más en unas condiciones de viaje espantosas, lo que explica la magnitud de la catástrofe.
“A la mañana siguiente, Njéeme Pay, célebre periodista política de una radio privada senegalesa, se prepara para un día de reposo semanal completamente ordinario, por no decir aburrido. Pero la noticia va a desquiciar su vida al igual que la de toda la nación”, se detalla en el texto que sirve de sinopsis. Conforme al único balance oficial, que contabiliza 1.884 víctimas, ese naufragio, más mortífero que el del Titanic, se ha convertido en una de las mayores tragedias marítimas de la historia.
“Los propios personajes del libro, los que Njéeme Pay toma de su mano, a la vez que mucho menos ilustres, son de una veracidad sicológica impresionante. Esa es la razón por la que Un sepulcro para Kinne Gaajo es ante todo una galería de retratos -afirma Suárez Martín-: desde Dakar hasta Tilabéri, ciudad natal de la heroína, los numerosos rostros que aparecen por la novela, a veces no más que el tiempo que dura un relámpago, permanecerán para siempre grabados en la memoria del lector”.