La tensión política ha vuelto a estallar en Guía de Isora tras el último pleno municipal. La mayoría de facto que suma el PSOE junto al concejal no adscrito, David Reyes, ha tumbado una modificación presupuestaria clave del grupo de gobierno (Coalición Canaria y Partido Popular) por valor de más de cinco millones de euros.
La decisión ha dejado en evidencia la fragilidad del gobierno, que se encuentra en una “minoría técnica con asteriscos”.
El gobierno local, teóricamente, cuenta en estos momentos con 9 concejales (entre CC y PP), frente a los 9 del PSOE. En el grupo mixto se encuentra David Reyes, quien abandonó CC hace un año y desde entonces sus decisiones han oscilado entre oposición y grupo de gobierno. Sin embargo, la ausencia durante el último pleno por baja médica de una concejala y la “escapada” de luna de miel de otro edil desbarataron la mayoría oficialista. En esa coyuntura, la oposición sumó mayoría.
Josefa Mesa, portavoz socialista, fue tajante: “Ya no vale el voto de calidad. Ahora tienen que consensuar las cosas con nosotros”. Según un informe económico que exponen los socialistas, la modificación presupuestaria rechazada “habría generado un desequilibrio en las cuentas”, incumpliendo por segundo año consecutivo la regla de gasto y obligando al ayuntamiento a diseñar un plan económico financiero. “Está generándose una deriva inadecuada”, declaró Mesa.
Por su parte, el gobierno municipal ha cargado contra lo que considera una oposición “obstruccionista y electoralista”.
La edil de Hacienda, Victoria Cruz Pérez, lamentó que la negativa a aprobar las modificaciones presupuestarias suponga la paralización de inversiones como asfaltado de calles, limpieza, mantenimiento de instalaciones deportivas y ayudas sociales.
DESENTENDIMIENTO
Desde el PP, Carlos Álvarez también expresó su frustración con el resultado del pleno: “No ha habido forma de entendernos con el PSOE. La situación es la que es. Vamos a buscar las fórmulas para salvarlo”. Rechazó además las acusaciones de falta de rigor económico: “Nunca se me ocurriría votar en contra de lo que presentamos”. Mesa también acusó al gobierno local de actuar “sin planificación” y de usar el remanente municipal “como una tarjeta de crédito sin límite”, a la vez que critica que se esté empleando para “tapar huecos”, en lugar de atender “necesidades finalistas”.
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