La madera es por excelencia uno de los principales materiales al momento de fabricar estructuras y mobiliarios perfectos para instalar al aire libre, las cualidades frente a la humedad, hongos e insectos así lo permiten. Sin embargo, de acuerdo a sus características, algunas opciones tienen mayor resistencia a la intemperie.
De forma natural, existen ciertos tipos de madera aptas para soportar las condiciones del ambiente. El mejor fabricante de balcones de madera reconoce la importancia de elegir la madera correcta, además de recomendar la aplicación de tratamientos protectores que aseguren y alarguen la vida útil.
Tipos de madera ideales para exterior
Cuidar el nivel de resistencia es el punto clave a la hora de escoger. En su mayoría, los fabricantes apuestan por el uso de madera de teca, material altamente resistente y excelente apariencia, combinación ideal en la creación de mobiliario, balcones, ventanas, tarimas y puertas.
Además de su color dorado que poco a poco se torna plateado, lo que más encanta de esta madera original de Indonesia es su capacidad de producir un aceite natural que minimiza el uso de selladores o productos protectores. Conoce las opciones de la fábrica de puertas y ventanas Euro Block y sus ofertas en este tipo de material.
Madera de Iroko
Conocida en el segmento como “Teca africana” debido al lugar de origen, se distinguen por un color amarillento que al oscurecerse se torna marrón. Su punto fuerte radica en la especial forma de resistir la acción de hongos e insectos, haciendo indicado el uso en variedad de trabajos.
Madera de Cumaru,
Originaria de América del Sur recibe el nombre de “Teca Brasileña”, el color amarillo rojizo en estado natural adquiere paulatinamente tonalidades plateadas; sin embargo, su verdadero atractivo radica en sus propiedades.
Igualando al acero y hormigón, presenta destacado comportamiento frente al fuego y la acción de la humedad, asimismo es menos vulnerable al ataque de insectos, cualidades claves en la fabricación de ventanas y balcones de madera maciza que estarán expuestas a la intemperie.
Madera de Ipé
El material de origen suramericano presenta especial densidad, aspecto que favorece su comportamiento frente al fuego y confiere destacada resistencia y durabilidad en ambientes húmedos y ante los insectos.
Si bien es perfecta en la construcción de tarimas y balcones, haciendo sencillo encontrar una fábrica de ventanas de madera que utilice el material como materia prima, la dureza y densidad juegan en contra complicando el trabajo debido al desgaste que supone para las herramientas y maquinarias.
Madera de Cedro
A diferencia de otras maderas aptas para exteriores, el cedro es un material relativamente ligero. La gran abundancia y variedad de subespecies juega a favor del precio, resultando mucho más económico que otros tipos de prestaciones similares.
El color rojizo y ligereza facilita el uso en exteriores; no obstante, es la resina que, actuando como sistema protector natural, la hace recomendada gracias a que aporta buen nivel de resistencia a la humedad e insectos.
¿Cuál es la mejor especie de madera para exteriores?
Aunque todo depende del elemento fabricado, uso y cuidado dado, considerando su gran resistencia a la intemperie, el fuego, los hongos e insectos la madera teca se gana la recomendación. Sin embargo, tiene en contra un precio bastante superior a otras opciones.
Las ricas tonalidades que adquiere la madera Iroko compensa su precio, pero no garantiza el mismo nivel de resistencia al fuego y humedad que la madera Teca mereciendo la pena pagar un poco más y disfrutar al máximo todas las prestaciones.
Desde el punto de vista económico, la madera Camaru minimiza los costes sin comprometer la calidad, presentando cualidades especiales en lo que concierne a resistencia a la putrefacción y mínimas probabilidades de anidar insectos.
Opciones adicionales para exteriores
Pese a que lo ideal es elegir maderas de resistencia natural, no siempre es necesario recurrir a este tipo de materiales. Aplicando ciertas modificaciones o tratamientos especiales, la mayor parte de las maderas quedan habilitadas para el uso en exteriores.
Los grandes fabricantes apuestan por el Autoclave, técnica que consiste en la utilización de tubos vacíos en los que se seca la madera. Seguidamente las células son sometidas a la aplicación de sales de cobre, recubrimiento que funciona como capa protectora.
Tratamientos especiales que reducen costes
Otra opción la ofrecen la denomina madera termotratada, material que como sugiere su nombre, es consecuencia directa de la aplicación de calor hasta casi llegar al punto de combustión, proceso en el que son alteradas sus propiedades y composición química.
La carbonización, madera acetilada y madera furfurilada comienzan a ganar preferencia entre los fabricantes debido a la manera en la que reducen los costes de los proyectos. La primera corresponde a la técnica japonesa en la que se quema la capa superficial para después retirar la parte carbonizada y aplicar cera o resina.
Por su parte, las maderas acetiladas y furfuriladas son resultado de métodos más vanguardistas, donde se altera la capacidad de absorción del agua sin comprometer las propiedades naturales del material original. En cualquier caso, estas técnicas son aplicadas en maderas abundantes y de costes relativamente bajos.