Una mujer ha convivido 18 meses con el cadáver momificado de su marido porque creía que no estaba muerto, sino en un coma del que despertaría algún día. Esta surrealista y triste historia que nos trae el Heraldo Usa tuvo lugar en Kanpur, India.
La realidad es que Vimlesh murió con COVID-19, pero sus familiares daban por seguro que se encontraba en coma y, por ende, tenían la esperanza de que volviera a abrir los ojos en poco tiempo.
Así, el cuerpo permaneció un año y medio en una habitación de la casa, recibiendo los cuidados de toda la familia: lo limpiaban y cambiaban todos los días. «Estaba vivo», señalaban la madre del difunto y su esposa, porque estaban seguras de que le habían oído respirar.
«Cada vez que se preguntaba a la familia sobre su paradero, decían que Vimlesh estaba enfermo. La familia también trajo cilindros de oxígeno y les dijo a los lugareños que estaba en coma y que estaba siendo tratado en su casa. Estaban convencidos de que estaba vivo y mejoraría», explicó la policía a medios locales.