A menudo, denunciamos conductas incívicas que ocurren en espacios protegidos de Canarias. Hoy, por desgracia, hay que denunciar otra más, esta vez ocurrida en Los Jameos del Agua de Lanzarote.
César Manrique supo imaginar y transformar lo que era el desplome del techo de un tubo volcánico por el que corrió la lava procedente del Volcán de la Corona, en un espacio único en el mundo, los Jameos el Agua. Su mente privilegiada y sus manos llenas de vida modelaron el agreste y negro basalto para dar forma a un lugar en el que reinan armonía, belleza y paz.
Es allí donde habitan los cangrejos ciegos (Munidopsis Polimorpha), especie endémica de la isla, se encuentran mecidos por las pleamares y bajamares, en la laguna interior, y el túnel de la Atlántida, que se adentra interminable en el azul del Atlántico.
Está totalmente prohibido lanzar monedas u otros objetos a la laguna interior y, mucho menos, poder bañarse en la misma, que es lo que ha ocurrido, como ha mostrado Lanzarote Confidencial.
En el vídeo de aprecia como un grupo de turistas se baña en Los Jameos del Agua y, pese a las advertencias para que salgan, hacen caso omiso a todos las personas que se dirigen a ellos.
“Mira al fondo, todo la gente allí. La gente se está bañando en el lago de Jameos como si nada”, dice una mujer, que no sale de su asombro al ver lo que sucede.