Año tras año, con cada nueva generación del iPhone, una de las preguntas más comunes entre los usuarios tiene que ver con su durabilidad. ¿Hasta qué punto es resistente al agua? ¿Puede sobrevivir a una caída en la piscina o a una tormenta inesperada? Con el lanzamiento del nuevo iPhone 16, estas dudas han vuelto a surgir, aunque la respuesta, al menos en lo que respecta a la resistencia al agua y al polvo, es más continuista que revolucionaria.
La nueva gama de Apple, que incluye también el iPhone 16 Pro Max, mantiene la certificación IP68 bajo el estándar IEC 60529. Dicho de otro modo: estos dispositivos están diseñados para soportar la entrada de polvo y pueden sumergirse en agua hasta una profundidad de 6 metros durante un máximo de 30 minutos. Aunque suena impresionante, este dato no representa un salto cuantitativo con respecto a las
Lo que cambia… Y lo que no
La certificación IP68 no es nueva para Apple. Desde el iPhone 12, los modelos de gama alta ya ofrecían esta misma protección. Incluso el iPhone 15, lanzado el año anterior, contaba con idénticas especificaciones en lo que a resistencia al agua y al polvo se refiere. Por tanto, el iPhone 16 sigue en esa línea, sin presentar una mejora tangible frente a sus predecesores más recientes. En cambio, la evolución sí se percibe si retrocedemos unas cuantas generaciones.
Por ejemplo, el iPhone 11 solo podía sumergirse hasta 2 metros durante 30 minutos, siendo más vulnerable que sus predecesores en escenarios accidentales. Es decir, si vienes de un iPhone 11 o anterior, el cambio es evidente. Para el resto, no hay grandes sorpresas: Apple mantiene el mismo nivel que en las últimas generaciones. Pero si no quieres pagar el sobreprecio que supone acceder a la última generación, siempre puedes recurrir a plataformas como Back Market, el mayor mercado de móviles reacondicionados, con descuentos que pueden rozar los 500 euros en el modelo Pro Max.